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La República Italiana está formada por la Península Itálica y dos grandes islas en el Mar Mediterráneo: Sicilia y Cerdeña.
A su vez, dentro del territorio italiano se ubican dos estados independientes, que son San Marino y el Estado Vaticano.
Italia estuvo ocupada desde el siglo VIII AC por diversos pueblos indoeuropeos, que venían del norte de Europa y trajeron consigo la lengua itálica y el uso del hierro. Por el lugar donde se hallaron yacimientos arqueológicos de esta época, se los llamó Cultura de Villanova. Se asentaron principalmente en el norte y centro del país.
Por la misma época llegaron a la península los etruscos, que habrían llegado de oriente. Se sabe que tuvieron algunos enfrentamientos con colonias griegas que se habían establecido en el sur de la península, en lo que se llamó Magna Grecia. Fueron los etruscos quienes establecieron importantes colonias en Córcega y Cerdeña. Su poder comenzó a deteriorase debido a enfrentamientos con invasiones griegas, celtas y cartaginesas.
En el 753 AC se fundó a orillas del Tíber la ciudad más importante del Imperio Romano: Roma. Su origen es incierto, ya que hay teorías que abonan un origen romano, y otras optan por un origen etrusco.
Durante varios siglos romanos y etruscos se alternaron en el poder en la monarquía romana. Hacia el siglo IV, el Imperio Romano estaba definitivamente en dominio de la península. En el 509 AC se fundó la primera república romana, pero en los siglos siguientes, tras la caída del Imperio, Italia quedaría sucesivamente bajo el dominio de godos, lombardos, francos, bizantinos, germanos, sarracenos y musulmanes.
En el 962 DC, Italia quedaría dentro del llamado Sacro Imperio Romano-Germánico.
Finalmente, hacia el siglo XII, la península entra en una etapa de esplendor cuando comienzan a surgir las llamadas ciudades-estado, los ricos mercaderes, el arte y la filosofía, que tendrán su punto más alto en el siglo XV, con el Renacimiento. Durante los siglos XVI y XVII se suceden luchas en Europa por la conquista de nuevos territorios. En 1796 Napoleón invade Italia. Finalmente se produce la reunificación del país y en 1861 se declara el reino de Italia.
Italia pasó los siguientes siglos agitada por convulsiones políticas y económicas: la Primera Guerra Mundial, la agitación obrera en los años 20, la Marcha sobre Roma de Mussolini en 1922, la alianza con Hitler y la Segunda Guerra Mundial, el fin de la monarquía en 1946, la fundación de la CEE, los “años de plomo”, la operación “Mani Pulite”.
Más allá de los vaivenes sociales y políticos, la importancia de Italia radica en su historia y su patrimonio cultural.
Ningún visitante dejará de maravillarse ante sus bellezas naturales, arquitectónicas y artísticas.
Y estas son tan solo algunos pinceladas. Descubra con nuestra guía de turismo de Italia otros rincones de este fascinante país.