¡Free tour! de mitos, leyendas y misterios de París
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El Museo del Louvre es uno de los museos más prestigiosos del mundo y uno de los más concurridos: recibe la visita anual de más de ocho millones de personas. Guarda algunas de las obras más importantes de la historia del arte en el mundo entero. Si tienes que elegir solo uno de los museos de París, no puedes decantarte por otro.
La historia del Louvre está entramada en la historia de la ciudad. Durante el reinado de Felipe Augusto (1180-1223) se construyó una muralla para proteger París de los normandos. El rey decidió agregar una fortaleza a las murallas, que fue construida a orillas del Sena, al oeste de la ciudad. Esta regia fortaleza fue más tarde conocida como Louvre.
En 1364 Carlos V comenzó a transformar la antigua fortaleza en una residencia real. Se agregaron salas, escaleras y jardines. Tras la muerte de Carlos VI, el Louvre permaneció abandonado hasta 1527, cuando Francisco I decidió trasladar su residencia a París. Tanto este rey como su hijo Enrique II realizaron grandes obras de ampliación.
Este entusiasmo por el Louvre continuó hasta Luis XV. Nuevamente abandonado, fue finalmente recuperado durante la Revolución Francesa y transformado en un Gran Galería de acceso libre. En ella se exponían las colecciones reales que habían crecido a través de los años mediante adquisiciones, confiscaciones y victorias militares. Una vez abierto al público, el Louvre comenzó a recibir también donaciones privadas que enriquecieron su colección.
En 1981 se abrió un nuevo capítulo en la historia del museo. En esa época se encararon importantes trabajos de reacondicionamiento, que incluyeron la ampliación de la entrada principal con el Carrusel del Louvre y la instalación de las pirámides. La más grande de ellas sirve como entrada al museo y también como espacio de exposición. La pirámide del Louvre tiene tanto amantes como detractores. Lo indudable es que ha sentado un precedente en el diseño de las ampliaciones de museos, abriendo la puerta a un estilo vanguardista y ecléctico.
El Carrusel, por su parte, es un bonito centro comercial subterráneo, conectado con el museo. Durante los trabajos de excavación realizados para ampliar la entrada del museo, se descubrieron antiguas fosas de París. El hallazgo se incorporó como una zona arqueológica al museo, que da cuenta del pasado del edificio y puede observarse en la galería del Carrusel. Otra curiosidad del centro comercial es que alberga una pirámide invertida que replica la de la superficie y funciona como claraboya.
Actualmente el museo alberga más de 400.000 piezas, aunque menos de un diez por ciento de ellas se encuentran en exposición. La colección se organiza con un criterio temático y en sus salas encontrarás obras anteriores al impresionismo provenientes de distintas culturas:
Todas las formas del arte tienen su representación en el museo: pinturas, esculturas, dibujos, joyas, tapices, mobiliario y objetos de cerámica, entre otros.
Abordar la visita al Louvre puede parecer una tarea titánica. Sin embargo, una vez que tengas una idea aproximada acerca de lo que encontrarás en su interior, te resultará más sencillo organizarte. El museo tiene varios niveles y departamentos. Como dijimos anteriormente, las obras se organizan por tema. Vamos por partes:
Es la parte más visitada del museo. Expone obras de movimientos pictóricos europeos de los siglos XIII a XIX, organizadas por escuela. Uno de sus espacios más destacados es la Gran Galería. La enorme habitación mide 450 metros de largo por 13 de ancho y es una de las puertas de entrada a la sala 6, donde se exhibe la maravillosa Gioconda.
Otra de las obras imprescindibles de esta sección es La Libertad guiando al pueblo, de Delacroix. La imagen se ha convertido en una representación emblemática de la Revolución Francesa.
Ubicación: primer piso del Ala Denon y segundo piso de las alas Richelieu y Sully.
Es una de las más importantes del mundo. Presenta piezas que abarcan desde finales de la prehistoria hasta el cristianismo. Podrás ver magnífico tesoros del Antiguo Egipto que van desde frescos hasta esculturas, pasando por objetos de uso cotidiano y sarcófagos.
El primer responsable de este departamento del museo fue Jean-Francois Champollion, quien en 1822 desentrañó el misterio de los jeroglíficos egipcios inscriptos en la piedra Rosetta.
Ubicación: planta baja y primer piso del Ala Sully.
Se trata de un conjunto de objetos arqueológicos considerados verdaderas obras de arte. Incluye la Venus de Milo y la Victoria de Samotracia.
Ubicación: planta baja del Ala Denon y parte del Ala Suly.
Está dividido en tres colecciones: Mesopotamia, Persia y el Levante. La peculiaridad de este departamento es que guarda algunos de los primeros escritos de la historia la humanidad, desarrollados durante el neolítico. Vestigios de una parte fundamental de la historia del hombre como ser social.
Ubicación: planta baja, alas Sully y Richelieu.
Si bien en un principio exponía solo esculturas antiguas, hoy exhibe obras europeas que van desde la Edad Media hasta principios del siglo XIX. Su colección de esculturas francesas es una de las más bellas del mundo.
Ubicación: planta baja y entrepiso del Ala Richelieu, patios Marly y Puget; planta baja y entrepiso del Ala Denon.
En este departamento predomina la variedad. Hallarás muebles, relojes, vajilla, tapices y otros objetos que utilizaron nobles y burgueses desde la Edad Media hasta el siglo XIX para embellecer su vida cotidiana. Son pequeñas obras de arte realizadas por los más talentosos artistas y artesanos de su época.
Algunas salas son reconstrucciones de aposentos de momentos característicos de la historia. Los departamentos de Napoleón III, arreglados a la usanza del Segundo Imperio, son los más visitados.
Ubicación: primer piso del Ala Richelieu, parte del Ala Sully.
La colección del Louvre de arte islámico es una de las más grandes del mundo. Expone más de 3 mil piezas de un amplio territorio, que abarca desde España hasta la India.
Ubicación: Patio Visconti.
Son obras realizadas en papel, sumamente sensibles a la luz, por lo que se exponen solo de manera temporal. Hay una sala de consultas en la que se puede acceder a las obras previo aviso. Incluye el Gabinete de dibujos de la colección de los reyes de Francia; la Calcografía, con objetos de cobre grabados; y la Colección Edmond de Rothschild, con estampas, dibujos y libros ilustrados.
Ubicación: sala de consulta, primer piso.
El Louvre es tan grande que necesitarías más de un día entero para recorrerlo por completo (algo que los amantes del arte harán con gusto). Si no tienes pensado visitar todas sus salas, asegúrate de no perderte estas joyas:
Te recomendamos comprar tu entrada en línea para entrar al museo de manera más rápida. Si prefieres evitar las colas y conocer el museo de la mano de un guía especializado, también es una buena idea contratar una visita guiada en español.
Todos los días, excepto los martes, de 09:00 a 18:00 h. Miércoles y viernes hasta las 21:45 h.
Entrada comprada online: 17 €
Entrada comprada en el museo: 15 €
75001 París.
Metro: línea 1, parada Palais-Royal–Musée du Louvre.
Autobuses: 21, 24, 27, 39, 48, 68, 69, 72, 81 y 95.