Ubicada en el corazón de Colombia, Bogotá es una de las ciudades más bonitas y efervescentes del país. La capital colombiana atrae a los viajeros con su arquitectura colonial, sus sabores, su verdor y sus magníficos museos.
Recorrer La Candelaria, el centro histórico de Bogotá, implica hacer un viaje en el tiempo a la época de la colonia. Calles empedradas, plazas y edificios emblemáticos perfectamente conservados, dan un panorama de cómo era la ciudad en tiempos remotos. Las iglesias barrocas y las elegantes casonas de estilo europeo son hitos de ese pasado tradicional que ha marcado a fuego la historia de los colombianos.
Pero no todo es cemento en Bogotá, porque la urbe está salpicada de parques, plazas, plazoletas y alamedas que se encuentran conectados entre sí por un sistema de corredores peatonales y ciclovías. Hay parques perfectos para la contemplación, para el deporte e incluso algunos que sobresalen por su variedad, como el Jardín Botánico de Bogotá, que goza de fama internacional por su flora tropical.
El Museo del Oro y el Museo de Botero son otros grandes atractivos de la ciudad. El primero alberga la mayor colección de orfebrería del mundo, mientras que en el segundo puedes ver pinturas y esculturas donadas por el gran genio colombiano.
La gastronomía de Bogotá, por último, es otro de sus grandes encantos. Los platos típicos de la ciudad mezclan las tradiciones originarias de América con las venidas de Europa y tienen como protagonistas absolutos a los deliciosos ingredientes tropicales: café, frutas, chocolate y maíz.
Bogotá es una ciudad apasionante que combina la belleza de sus atractivos con la calidez y la amabilidad de su gente. ¡Descúbrela tú mismo!
En esta guía encontrarás información práctica para resolver las cuestiones fundamentales de tu viaje de la manera más sencilla. Te proponemos empezar por estos esenciales:
Te recomendamos...
- Visitar la Plaza Simón Bolívar. Es el punto neurálgico del centro histórico. Allí se encuentran edificios históricos como el Palacio de Justicia, el Capitolio Nacional, la Catedral Metropolitana y el Palacio Liñevano, sede de la Alcadía Mayor de Bogotá, entre otros. Los sitios de interés son tantos como las propuestas culturales y gastronómicas. Podrás pasar horas descubriendo la plaza y su entorno sin aburrirte.
- Llegar hasta la Plaza de Chorro de Quevedo. Si la Plaza Bolívar es el corazón histórico de la ciudad, el Chorro de Quevedo es donde late la cultura popular. En este rincón de Bogotá los artistas han convertido los muros de las casas en lienzos para desplegar una muestra de arte callejero que te dejará pasmado. No dejes de buscar el mural de Carlos Trilleras llamado Resistencia Kuna y tomarte una foto junto a él. Es uno de los imprescindibles de Bogotá. Lo encuentras en el famoso Callejón del Embudo.
- Museo del Oro. El oro es uno de los símbolos por excelencia de la riqueza americana. El Museo del Oro expone de manera permanente grandes tesoros de orfebrería y alfarería de las culturas originarias de la región de Colombia. Su colección de orfebrería prehispánica es la más grande del mundo, y se compone de más de 30 mil piezas de oro. No solo alucinarás con la belleza de los objetos y artefactos, sino que podrás ahondar en la cosmovisión de los pueblos originarios americanos y en sus técnicas de trabajo de los metales.
- Subir al Cerro Monserrate. Con más de 3.150 metros de altura, el cerro es el emblema absoluto de la ciudad. Puedes subir en funicular, teleférico o a pie (la caminata toma poco menos de una hora por un sendero bien señalizado) y desde su cima tienes las mejores vistas de Bogotá. Además, puedes visitar un monasterio del siglo XVII.
- Probar las delicias de Bogotá en el Mercado de Paloquemao. Si crees, como nosotros, que no que no hay mejor lugar para conocer la cultura de una ciudad que sus mercados, entonces no puedes dejar de visitar este lugar. Verás cientos de puestos con buenos precios y una variedad de productos infinita, atendidos por lugareños afables que te harán degustar todas sus delicias. Café, chicha, fruta tropical… la lista no tiene fin. Ve temprano para conocerlo en todo su esplendor.
Vistas desde Monserrate - Bogotá