Excursión a la isla Fjäderholmarna en barco
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Una ciudad bonita, viva, que está a la vanguardia en las nuevas tendencias pero tiene sus raíces firmemente asentadas en su historia y sus tradiciones. A pocas ciudades les calza tan bien esa decripción como a Estocolmo. Si estás buscando descubrir un destino que te ofrezca en partes iguales naturaleza en su máxima expresión, historia y cultura moderna, entonces apunta el timón hacia la capital sueca: no te decepcionará.
Y si necesitas un poco de ayuda para definir tu itinerario perfecto, aquí te presentamos las 10 actividades que no puedes dejar de hacer en la ciudad. Claro que también las complementamos con otras 25 cosas para ver y hacer, porque no solo de clásicos viven los viajeros más intrépidos. ¿Listo para comenzar nuestro paseo virtual por esta belleza sobre el agua? ¡Comencemos!
Gamla Stan significa literalmente “Ciudad Vieja”, y es el corazón mismo de Estocolmo. Una pequeña isla ubicada en el centro de las 14 islas que conforman la ciudad. Edificios emblemáticos, casas señoriales, plazuelas con encanto y un sinnúmero de pequeños cafés y restaurantes pueblan sus calles adoquinadas y estrechas. Es en este lugar y en ningún otro donde te recomendamos comenzar tu visita, porque es el punto neurálgico de la capital sueca.
El casco antiguo está muy bien conservado, y en él encontrarás algunos de los edificios más representativos de la ciudad (muchos de los cuales encabezan otros puntos de esta misma lista):
Entrégate al placer de caminar por calma por las calles de esta parte de la ciudad y rápidamente te sentirás transportado a la época medieval. Un paseo para disfrutar sin prisas y sin brújula.
El Museo Vasa es un lugar único. En él se encuentra el buque de guerra Vasa, que naufragó en 1628 y fue rescatado en 1961, ¡333 años después! Con un 98% de piezas originales, es la nave del siglo XVII mejor conservada del mundo.
La historia del Vasa es realmente fascinante. El barco comenzó a construirse en 1626, y estaba destinado a ser una de las grandes estrellas de la flota de guerra sueca. Sin embargo, en su primer viaje, apenas trescientos metros después de haberse alejado de la costa, una ráfaga de viento hizo escorar al navío. El peso de su armamento impidió que pudiera volver a enderezarse, a pesar de que llevaba 120 toneladas de piedras en el fondo a modo de lastre. El agua comenzó a entrar por las compuertas de los cañones y el buque se hundió inexorablemente.
En la visita al museo puedes ver el barco desde distintos puntos de vista, observar objetos que se encontraron en él y descubrir detalles muy interesantes sobre su historia e ingeniería. Es una actividad que vale mucho la pena, no solo para amantes de la náutica, sino para cualquier viajero curioso.
Al ser un museo tan popular, las colas para comprar las entradas al Vasa en el lugar suelen ser muy largas. Sin embargo, la entrada está incluida en el Stockholm Pass, por lo que si tienes el pase, te ahorrarás un buen tiempo de espera.
El inmenso edificio de ladrillo rojo del Ayuntamiento de Estocolmo es uno de los más emblemáticos de la ciudad. Para visitarlo, es necesario reservar un tour, ya que no se permite la entrada directa del público.
En la visita al interior del Ayuntamiento puedes ver:
En sus planes iniciales, el arquitecto Ragnar Östberg había decidido que el Salón Azul estuviera recubierto de ese color. Sin embargo, el rojo del exterior de ladrillos del edificio lo cautivó y decidió cambiar de color del salón pero mantener su nombre, ya que se había popularizado entre los habitantes de la ciudad.
Skansen es un museo al aire libre (uno de los primeros en el mundo), en el que podrás conocer las tradiciones suecas de primera mano. En sus 300 mil metros cuadrados hay cerca de 150 construcciones traídas de cada rincón de Suecia, que cuentan la historia del país antes de la llegada de la industrialización.
Las viviendas típicas de los lapones utilizaban en el norte del país conviven con casas de dos pisos, características del siglo XIX, y verdaderos talleres artesanales donde se produce pan y mantequilla, objetos de vidrio y cuero, entre otras cosas. Todo esto hecho por trabajadores que lucen los atuendos de la época.
Skansen es un verdadero muestrario de la evolución del estilo de vida sueco a lo largo del tiempo, perfecto para sumergirse en las tradiciones locales.
Skansen funciona también como punto de encuentro y celebración para los holmienses. A lo largo del año se realizan distintas fiestas y actividades en su predio. Incluso funciona allí un famoso mercadillo navideño. Si vas en esa época, no te lo pierdas.
El Palacio Real de Estocolmo es la residencia oficial de la monarquía sueca, aunque actualmente la familia real vive en el Palacio de Drottningholm. Está ubicado en Gamla Stan y sorprende por su inmenso porte: ¡tiene más de 600 habitaciones!
Como fue construido a lo largo de más de medio siglo, presenta varios estilos arquitectónicos. En el exterior predomina el barroco italiano, mientras que el interior es de estilo francés.
¿Qué puedes ver en la visita? Pues varias salas que te dejarán con la boca abierta por su lujo y opulencia. Entre ellas, los Aposentos Reales, la Capilla Real, el Salón de Banquetes y el Museo de Carruajes. Siendo que el palacio tiene una historia tan larga y rica, lo mejor es hacer el recorrido en compañía de un guía experto, para descubrir curiosidades y anécdotas que vuelven más jugoso el paseo.
El archipiélago de Estocolmo es uno de los más grandes del mar Báltico. Su naturaleza virgen y su ritmo tranquilo lo convierten en el lugar favorito de los locales para veranear.
La población permanente vive principalmente en la isla de Vaxholm, un sitio encantador al que puedes llegar con esta excursión privada para sumergirte en la historia, las costumbres y la tradición escandinava.
Fjäderholmarna es otra joya del archipiélago. Es tan pequeña que puedes recorrerla a pie en solo diez minutos, y está salpicada de casitas rojas que asoman entre la vegetación. Si haces una visita a Fjäderholmarna, tómate un momento para deleitarte con los sabores de sus bares y restaurantes. ¡Ah, y no te vayas sin recorrer sus encantadoras tiendas de artesanías!
Por último, si prefieres tener un pantallazo general del archipiélago, nada mejor que hacer un recorrido en barco. En esta excursión de 2 horas y media, por ejemplo, embarcas en un barco tradicional de principios de siglo XX para ver desde el agua la famosa Djurgården, la Ciudadela Kastellholmen y pequeñas islitas cubiertas de vegetación.
También tienes la opción de hacer un crucero por el archipiélago con brunch y disfrutar de la mejor comida típica a bordo de un barco histórico.
Sí, así como lo lees, el grupo musical ABBA tiene su propio museo en Estocolmo, y es uno de los más populares de la ciudad, junto con el Vasa, Skansen o el Museo Nórdico (de hecho, también está ubicado físicamente junto a ellos, en la isla de Djurgarden, así que puedes planear una mañana de museos e incluirlo en la lista).
Probablemente no exageremos si decimos que la propuesta del museo ABBA es una de las más entretenidas del mundo en el ámbito museístico. En él puedes hacer las coreografías, bailar en una pista disco, conocer los trajes del grupo e incluso cantar en un escenario junto a Agnetha, Benny, Björn y Anni-Frid (más bien junto a sus hologramas, pero es casi lo mismo).
Si eres fanático de la banda, no puedes ni pensártelo; y si no, tampoco dudes demasiado: cualquier viajero con ganas de pasar un rato entretenido conociendo la cultura (pop) local, disfrutará a pleno la experiencia.
Djurgarden es sinónimo de entretenimiento en Estocolmo. Conocida como “la isla de los museos”, es una zona natural protegida, con pocos habitantes permanentes y una propuesta cultural más que interesante. ¿Qué hay en Djurgarden? Aquí va un resumen:
Como verás, la lista es larga y variada. Djurgarden es el lugar ideal para planear un día en familia, con picnic incluido. Hay muchísimos espacios verdes donde sentarse a descansar, comer algo rico y disfrutar del sol cuando te canses de visitar museos.
Si prefieres que un experto te guíe por este paraíso verde para sacarle todo el jugo, también puedes reservar una excursión privada a la isla que incluye la visita al Museo Vasa.
Estocolmo está construida sobre 14 islas, unidas por 57 puentes. Una de las mejores cosas que puedes hacer para ver la ciudad desde una perspectiva única y original es subirte a un barco para conocerla desde el agua.
Si haces un esfuerzo por imaginar el más bonito y mejor conservado palacio sueco del siglo XVII, decorado en el más puntilloso estilo rococó y le agregas un Teatro Real, un Pabellón Chino y unos maravillosos jardines, estarás visualizando el sitio real de Drottningholm. Ah, un momento, nos faltó añadir que lo imagines ubicado en una isla en el maravilloso lago Malär. Sí, es que Drottningholm es uno de esos lugares donde la realidad supera a la ficción.
En la visita al palacio de Drottningholm puedes ver, entre otros:
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