Tour privado: Pirámides de Giza + Museo Egipcio + Almuerzo
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El Cairo es la capital de Egipto y la ciudad más importante y poblada de África. Aunque su origen se remonta al año 116 a. C., fue bautizada con el nombre actual en el año 972 por la dinastía fatimí. El nombre árabe es Al-Qāhira, que significa "la victoriosa".
Y no hay duda de que esta ciudad merece ese nombre, ya que ha logrado sobrevivir a invasiones, guerras, pestes y revoluciones a través de los siglos, sin perder su magia. Más abajo encontrarás un resumen de los principales hitos de la historia de la ciudad, pero antes, te invitamos a conocerla en primera persona durante tu viaje.
El Cairo es una ciudad mágica para los amantes de la historia. Rodeada de sitios arqueológicos milenarios y dueña de monumentos y edificios de sumo interés histórico, es una verdadera meca para historiadores y entusiastas.
Sin duda, la mejor forma de aprovechar ese legado es apuntándote a tours y excursiones en los que un guía experto te acompañe a conocer cada lugar y te cuente todos sus secretos. Hay varios tours privados en El Cairo, en los que podrás contar con la compañía de un guía exclusivamente para ti y así resolver todas tus dudas. Aquí te recomendamos los favoritos de nuestros viajeros:
En el año 116 a. C. los romanos establecieron una fortaleza junto al nacimiento del Delta del Nilo, muy cerca de la actual ubicación de la ciudad. Esta primera ciudad fue paulatinamente habitada por los coptos, egipcios originarios, quienes construyeron numerosos edificios que aún podemos ver en la visita al Barrio Copto.
Alrededor del 640 d. C., los árabes invadieron Egipto. El general Amr ibn al-As, quien llevó el islamismo a Egipto, erigió un asentamiento cercano a la fortaleza romana, llamado Al-Fustat ("El campamento"), que más tarde fortificó. Esa primera ciudad fue el centro administrativo y el lugar donde se cobraban los impuestos. Y también el que albergó la primera mezquita de Egipto.
Las dinastías subsiguientes (abasida, fatimí y ayubí), fundaron sucesivas fortalezas que fueron desplazando a las anteriores como centro administrativo. En el 750 el emperador fatimí Suleimán construyó junto a Fustat la fortaleza Al-Askar ("El Ejército"). La única construcción sobreviviente de esa época es una de las joyas de la arquitectura musulmana, la mezquita de Ahmad Ibn Tulun.
El califa fatimí Yawhar al-Qaid fundó en el 969 la ciudad palacial de al-Qahira. A este sultán se debe también la construcción de la Mezquita de Al-Azhar, la segunda universidad islámica más antigua del mundo.
Saladino, uno de los más conocidos sultanes de la dinastía ayubí, construyó la Ciudadela, un impresionante conjunto arquitectónico que hoy es Patrimonio de la Humanidad. Dentro de sus murallas se encontraban Al -Qahira y la vecina Fustat, que fue destruida por un incendio en 1168.
En 1250 los mamelucos invadieron Egipto y establecieron el Imperio otomano. El crecimiento de Al-Qahira, declarada capital de Egipto, con cientos de nuevas mezquitas, mercados, baños púbicos y viviendas, la convirtió en uno de los centros urbanos más importantes del país.
Alrededor de 1340 El Cairo era la ciudad más importante de África. Pero las batallas contra mongoles y cruzados, la peste de 1348 y la declinación del puerto de comercio internacional, terminaron por debilitar a la dinastía, que cayó definitivamente en 1517.
Tras la invasión de los otomanos Egipto pasó a ser una provincia más del Imperio. El Cairo se convirtió en una capital provincial, aunque continuó siendo un importante centro comercial y la Universidad Al-Azhar mantuvo su estatus de la más importante del mundo islámico.
El dominio otomano se mantuvo por tres siglos, hasta que Napoleón invadió Egipto en 1798 y por un breve período. Ese mismo año fue derrotado por las tropas inglesas en la Batalla de Abukir.
Los otomanos retomaron el control enviando a Muhammad ‘Ali, considerado el modernizador de Egipto. Este sultán y sus sucesores, que gobernaron hasta 1952, impulsaron la construcción de fábricas en las afueras de El Cairo, ampliaron la urbanización hacia el Nilo con edificios públicos (como el teatro de la ópera) y de viviendas, y construyeron el Canal de Suez, que comenzó a funcionar en 1867. La población aumentó un 250% en las áreas suburbanas, mientras que el centro de Al-Qahira estaba poblado por los sectores de menos recursos económicos.
Los intereses económicos sobre el Canal de Suez provocaron que el Reino Unido ocupara Egipto en 1822. La modernización de El Cairo continuó aún bajo el dominio británico.
La ocupación británica provocó descontento y revueltas que continuaron incluso durante la Primera Guerra Mundial.
En 1922 Egipto consiguió su independencia. Fuad I, quien gobernaba Egipto como sultán desde 1917, adoptó el título de rey para él y sus sucesores. El Cairo pasó a ser la capital del país.
Durante la Segunda Guerra Mundial la ciudad fue usada como base de operaciones por el ejército británico.
El Cairo fue el escenario de varias convulsiones políticas y sociales, como el derrocamiento del rey Faruk en 1952 por un grupo de militares al mando de Gamal Abdel Nasser (quien más tarde sería presidente del país) y la abolición de la monarquía en 1953.
Entre los hechos más recientes se encuentran la sangrienta Revolución Egipcia de 2011, en la que murieron centenares de personas, y que culminó con la renuncia del presidente Mubarak; y las multitudinarias manifestaciones en contra del presidente Morsi en 2013, que llevaron al golpe de estado liderado por Abdelfatah el Sisi, actual presidente de Egipto.
En lo social, El Cairo es una ciudad donde las diferencias sociales saltan a la vista, con barrios populares habitados por la gente de clases media y baja, y barrios cerrados donde viven los de mayores recursos.
A pesar de ello, sigue siendo una ciudad vibrante, dinámica, y un destino imperdible para cualquier viajero amante de la aventura.
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