
Excursión Lago de Como + Alpes suizos en Bernina Express en un día
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Podríamos decir que se llama Cinque Terre a la zona costera sobre el Mar de Liguria formada por cinco pueblos. Pero no sería justo. Porque Cinque Terre es eso pero, sobre todo, es uno de los lugares más bonitos de Italia y probablemente, del mundo.
Descubrirás pueblos encantadores colgados de las montañas y abrazados por el mar azul, rodeados por bosquecitos y terrazas cultivadas, con callecitas para perderse, antiguas iglesias y playas escondidas.
Un camino de 12 kilómetros llamado Sendero Azul o Ruta Azul conecta los cinco pueblos. Tiene cuatro tramos diferentes y el coste del acceso depende de la cantidad de tramos a recorrer.
Es el más grande de los cinco pueblos, el que tiene las playas más extensas y, probablemente, el más antiguo. Tiene dos sectores, el antiguo y el moderno, comunicados por un túnel excavado en la roca.
De los cinco pueblos, Vernazza fue el más próspero desde sus mismos orígenes y hasta el Renacimiento. La arquitectura medieval que se conserva es la muestra de este estado de bienestar, y la arquitectura defensiva da cuenta de la importancia estratégica de este bellísimo pueblo.
Además de recorrer el pequeño puerto de pescadores y la playita, y sentarte a tomar un helado o una bebida en la plaza principal, puedes conocer estos monumentos:
Es el único de los cinco pueblos que no está sobre el mar, ya que se construyó sobre un promontorio rocoso. No se puede llegar en coche, sólo a pie, por una calle que conecta con la estación de tren, o por una escalera llamada Lardarina, de 377 escalones. Tiene una calle principal, la Via Fieschi, a cuyos lados se distribuyen la mayoría de las casas.
Corniglia está rodeada de vegetación y terrazas cultivadas. Numerosos senderos a través de los cultivos llevan a las montañas, y uno de ellos llega a Vernazza.
En la Plaza Largo Taragio, centro del pueblo, se alza su principal monumento histórico, el Oratorio de los Disciplinados de Santa Caterina, del siglo XVIII. Y en la parte más alta está la iglesia de San Pedro, del siglo XIV.
Las casas de este pueblo se ubican a los lados de la llamada Via de Mezzo, que en otro tiempo era un curso de agua. Desde lo alto de un promontorio van descendiendo hasta la orilla misma del mar, donde está el puerto protegido por dos formaciones rocosas. Alrededor del pueblo y ascendiendo por la ladera de las montañas se reparten las terrazas de cultivo.
El Bastión es lo único que queda de la antigua fortaleza que defendía el pueblo. Con el tiempo parte de las ruinas quedaron inmersas en la urbanización de Manarola, como sucede con el Bastión.
Sobre la plaza del pueblo se alzan la Iglesia de la Natividad, del siglo XIV, y el Oratorio de los Disciplinados, del siglo XV.
Desde la estación de tren sale un camino, llamado Via del Amor, que bordea la costa y lleva al siguiente pueblo, Riomaggiore. Es uno de los tramos de la Ruta Azul.
Riommagiore, fundado posiblemente en el siglo VIII, es el más pintoresco de los cinco pueblos, por sus casas coloridas de varias plantas, construidas en distintos niveles, y la abundante vegetación que lo rodea.
En la parte más alta hay varios edificios históricos.
El Castillo del siglo XIII se alza sobre la Colina de Cerricó, dominando el pueblo y la costa. Junto al Castillo está el Oratorio de San Rocco, del siglo XV.
El edificio religioso más importante es la Iglesia de San Juan Bautista, construida en 1340 en estilo neogótico. Fue remodelada pero se conservan elementos originales, como la decoración de la fachada.
Vale la pena recorrer el túnel que conecta la estación de tren con el pueblo, decorado con mosaicos de colores que representan escenas marinas.
Reserva un día de tu visita a Milán para hacer una excursión a los pueblos más bellos y pintorescos de la costa italiana. Conocerás los increíbles pueblos medievales de la Costa del Mar de Liguria yendo desde Milán en un cómodo autocar con un guía hispanohablante, y realizarás un crucero con diferentes paradas para que puedas disfrutar de los pintorescos pueblecitos costeros al máximo, de su gastronomía, cultura, helados, tiendas de artesanía, etc.
El coche no es una buena opción, debido a la dificultad de los caminos, el estacionamiento escaso, y a que no siempre se puede llegar al pueblo en coche, sino que hay que dejarlo bastante lejos. El único tren directo es el Intercity desde Milano Centrale a Spezia Centrale.