Museo de la Cosmonáutica

El museo de la cosmonáutica cuenta la apasionante historia de la exploración del espacio con documentos, objetos originales y obras de arte que la hacen cobrar vida de manera excepcional frente a los ojos de los visitantes. Incluye elementos de astronomía, aviación y tecnología espacial. El museo fue inaugurado el 10 de abril de 1981, con motivo del 20 aniversario de la llegada al espacio del piloto ruso Yuri Gagarin.

Monumento a los Conquistadores del Espacio

El museo de la Cosmonáutica se encuentra junto al parque VDNKh, debajo del Monumento a los Conquistadores del Espacio. La inmensa estructura de aluminio celebra los logros soviéticos en materia de exploración espacial. El monumento fue construido en 1964 y consiste en un gigantesco obelisco de 107 metros de altura que está coronado por un cohete.

Exposiciones diversas

El museo explora la historia de la ciencia espacial soviética desde la construcción de los primeros satélites artificiales hasta los programas de colaboración internacional actuales. Entre esos dos puntos de la historia hay decenas de hitos por descubrir, como importantes caminatas espaciales o las odiseas de animales que orbitaron la Tierra.

Para contar esta emocionante historia el museo hace uso de recursos tradicionales y modernos. Se exponen trajes espaciales, rocas lunares, piezas de cohetes y satélites, fotos, vídeos y grabaciones de voz realizadas durante las travesías al espacio. Además, existen secciones dedicadas a programas espaciales de otras naciones del mundo, como Estados Unidos, países europeos y China. En el museo también hay una sala de cine con interesantes proyecciones.

Resultan de interés las exhibiciones interactivas, que permiten al visitante sentirse como en un viaje al espacio. También cabe destacar el paseo marítimo y el callejón de cosmonautas que une el museo con el metro de Moscú.

Colección

La colección se compone de más de 98 mil piezas que fueron reunidas desde 1969. Se formó con el aporte de organismos estatales rusos pero también con donaciones de cosmonautas y coleccionistas.

Lo que atrae particularmente del museo es la variedad de objetos, que permiten reconstruir la historia espacial con una riqueza asombrosa. No solo hay naves espaciales y trajes, sino también obras de arte, libros, numismática, documentos escritos de puño y letra por los distintos protagonistas de la historia y mucho más.

Las pinturas, esculturas, gráficos, carteles y tarjetas agregan otra atractiva capa de significado.

El paseo es muy interesante y entretenido, incluso para aquellos que no son fanáticos de la aventura espacial. La mayoría de los objetos cuenta con información traducida al inglés, aunque hay algunas indicaciones que solo están en ruso.