Excursión y cata en los viñedos y bodegas del Duero histórico con Crucero
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El Algarve es una de las regiones más atractivas que ver en Portugal. Conformada por la zona más meridional del país, cuenta con bellos paisajes como principales atractivos, tanto por sus elegantes sierras como por sus paradisíacas playas.
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El centro económico, comercial y político de la región es la ciudad de Faro, donde se encuentran la Iglesia del Carmen, la Catedral Gótica, el Palacio de Estói, entre otras murallas y plazas.
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Las principales zonas montañosas son la sierra de Monchique y la sierra de Caldeirão. Esta última está ubicada en el sector noreste de la región y su mayor encanto, más allá de su modesta altura que alcanza los 580 m en su punto más alto, es el paisaje que conforman los cerros interrumpidos por el denso sistema fluvial que lo atraviesa. Por otro lado, la sierra de Monchique, que se encuentra al oeste del Algarbe es el lugar donde se originan ríos como el Seixas, el Aljezur, el Odiáxere, el Monchique y el Verte, así como es el sistema donde se encuentra el el pico da Fóia que, con 902 m, es el punto más alto del Algarbe.
Por su parte, la extensa línea costera que supera los 155 km se destaca tanto por las cuevas y grutas abiertas que existen allí como por la variada y completa oferta de playas que presenta: Albufeira, Vilamoura, Praia da Rocha, Lagos, Armação de Pêra, Alvor, Monte Gordo, Tavira y Sagres. Todas ellas son sumamente atractivas pero cada una constituye una opción diferente para cada gusto. Hay playas grandes y con bravo oleaje, así como hay playas pequeñas y muy frecuentadas por turistas o desiertas y con aguas tranquilas, pero todas ellas de arena fina y dorada.
La capital de la región del Algarve es la ciudad de Faro, que se constituye en la actualidad como un importante centro turístico cuyos principales atractivos son su patrimonio monumental y la Playa de Faro, donde se pueden realizar numerosos deportes náuticos. Entre los principales edificios que se pueden visitar se cuentan la Iglesia del Carmen, la Catedral gótica, el Palacio de Estói y numerosas plazas y murallas. Otro punto de interés es la reserva natural de la Laguna de Ría Formosa desde donde se puede practicar la observación de aves.