Copenhague

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Qué visitar en Copenhague: 10 lugares imprescindibles

¿Quieres descubrir el secreto de la felicidad? Entonces nada mejor que una visita a la ciudad más feliz del mundo: Copenhague. Como era de esperar, una ciudad que hace tan felices a sus habitantes, tiene muchísimo para ofrecer a los viajeros. 

Aquí te presentamos un resumen de sus 10 esenciales, que te llevarán a dar un paseo por la idiosincrasia nórdica, desde su fascinación por el diseño de vanguardia hasta su respeto por la tradición y el legado de la realeza.

Y si ya estás fantaseando también con esos pequeños detalles de color que vuelven a cada viaje único e inolvidable, échale un vistazo a nuestra lista de 20 cosas para ver y hacer en la ciudad. Encontrarás muchos planes que añadir a estos esenciales para vivir Copenhague como un local.

1. Nyhavn

El “Puerto Nuevo” es la zona más popular de Copenhague. Frecuentado por locales y viajeros por igual, Nyhavn es un lugar lleno de vida y color al que no te cansarás de regresar.

Fue creado a finales del siglo XVII para ser un puerto comercial, pero desde 1977 se ha convertido en un puerto museo.

Nyhavn hoy está repleto de bares y restaurantes donde tomar una cerveza o probar los platos típicos de la cocina danesa mientras disfrutas del fabuloso ambiente. Las casitas de colores, algunas de las cuales están allí desde la construcción del puerto original, y los antiguos barcos del canal crean una atmósfera única.

Nyhavn es también el punto de partida de muchos interesantes paseos por la ciudad, como este Grand tour en barco, súper recomendable para descubrir el encanto de los canales de Copenhague.

¿Sabías qué?

En Nyhavn se alza el enorme ancla de la Fragata Fyn, de 1872. Ha sido emplazada allí como homenaje a los marinos caídos durante la Segunda Guerra Mundial.

Nyhavn, en Copenhague

2. La Sirenita

¡Monumento polémico si los hay! La Sirenita de Copenhague es una pequeña escultura de bronce que se encuentra en el paseo costero Langelinie. Desde su inauguración en 1913 hasta el presente ha sido tan alabada como vandalizada. 

No hay viajero que no le haya rendido tributo con una breve visita, pero tiene tantos amantes como detractores. 

Cuenta la leyenda que la escultura fue realizada por el escultor danés Edvard Eriksen por encargo de un exitoso empresario cervecero, que quería homenajear a la bailarina Ellen Prince, que protagonizó con éxito el ballet basado en La Sirenita, de Hans Christian Andersen.

La Sirenita es uno de los símbolos más importantes de la ciudad, está considerada un Monumento Nacional y fue la estrella del pabellón danés durante la Expo 2010 en Shanghái. Sin embargo, también fue dañada en numerosas ocasiones. La última, durante las protestas antirracistas de julio de 2020.

La Sirenita, emblema de Copenhague

3. Christiania

Christiania es uno de los rincones que más expectativas despierta en los viajeros que visitan Copenhague, probablemente por el aura de misterio que la rodea. 

En muchas partes de Christiania no está permitido tomar fotografías, así que solo recorriéndola en primera persona te puedes hacer una idea cabal de cómo se ve.

¿Quieres ir anticipando lo que encontrarás allí? Bien, aquí vamos: al entrar hoy en Christiania podrás ver viviendas, restaurantes de comida saludable, tiendas, guarderías y hasta un skate park. También tienen su propia cervecería y muchos huertos ecológicos. El consumo de marihuana está bastante extendido y en su calle principal, Pusher Street, es posible comprarla con facilidad.

Mientras que algunos viajeros ven cumplidas todas sus expectativas al visitar Christiania, otros salen decepcionados y sin ganas de regresar. ¿En qué grupo apuestas que estarás tú?

¿Sabías qué?

La ciudad libre de Christiania nació cuando algunos ciudadanos decidieron ocupar terrenos que habían sido utilizados para tareas militares. Comenzaron entonces a crear una ciudad que se proclama independiente de Dinamarca, en la que los ciudadanos buscan vivir de una forma alternativa y en armonía con la naturaleza y el espíritu creativo de la humanidad. 

Christiania, en Copenhague

4. Calle Stroget y Radhuspladsen

A la hora de tomar el pulso a una ciudad, nada mejor que pasear por sus plazas y calles comerciales más importantes. En Copenhague lo mejor es empezar por Radhuspladsen, donde está el edificio del Ayuntamiento(puedes visitarlo de forma gratuita) y caminar por Strøget en dirección a Kongens Nytorv, otra de las plazas esenciales de la ciudad. Allí encontrarás el Palacio Charlottenborg, el Palacio Thott y el Teatro Real de Copenhague. 

Caminar por Strøget es una experiencia de lo más placentera. El ambiente es animado a lo largo de toda su extensión y hay tiendas, bares y restaurantes de todo tipo. Si buscas buenos precios, los encuentras cerca de Rhaduspladsen, mientras que en el otro extremo de la calle se concentran las tiendas de lujo. ¡Todo en una!

Para recorrer la calle junto a un guía experto que te cuente más sobre su historia y sus curiosidades, puedes apuntarte a este tour a pie por Copenhague. En él visitas también otros imprescindibles de esta lista, como Nyhavn o La Sirenita.

Radhuspladsen, en Copenhague

5. Castillo de Rosenborg

El castillo de Rosenborg es una preciosa residencia de verano que mandó a construir Christian IV en 1606. Tiene un hermoso estilo renacentista danés y está rodeada de maravillosos jardines

En 1710 el castillo dejó de usarse como residencia y pasó a albergar las joyas de la corona. Las estancias quedaron ambientadas tal cual como estaban en ese momento, y se encuentran tan bien conservadas que, paseando por ellas, te parecerá estar de regreso en el siglo XVIII.

En la visita podrás ver una sala de tapices, alcobas reales y una impresionante colección de tiaras, coronas, cetros y otras joyas reales.

El castillo de Rosenborg es una perla en el centro de la Copenhague, pero si eres amante de los castillos, a un tiro de piedra de la ciudad tienes otros que vale la pena descubrir con una excursión de un día: los castillos de Kronborg, Frederiksborg y Fredensborg.

Palacio de Rosenborg, en Copenhague

6. Palacio Real de Amalienborg

Si quieres conocer más sobre la realeza danesa, no puedes perderte el Palacio Real de Amalienborg. Es la residencia oficial de la familia real durante el invierno y está compuesta por cuatro edificios de estilo rococó. En el centro hay una amplia plaza donde se levanta una llamativa estatua del rey Frederick V en pose triunfal. Todo el cuadro resulta realmente impactante.

De los cuatro edificios, solo dos suelen estar abiertos al público. Vale la pena hacer el recorrido para meterse de lleno en la historia y las costumbres de la realeza y sentirse en la piel de la reina por un momento.

Durante la visita puedes visitar el Museo de Amalienborg, que recorre 150 años de historia de la realeza local, y visitar algunas estancias, como la habitación del trono o el salón de la Reina Louise. Imperdible si tienes un gusto por la temática real.

¿Sabías qué?

Amalienborg era originalmente una residencia de la nobleza, pero cuando un incendio destruyó la residencia oficial de la monarquía en 1794, la familia real compró el lugar y lo remodeló para adaptarlo a sus necesidades.

Palacio de Amalienborg, en Copenhague

7. Jardines Tívoli

Siempre es entretenido visitar un parque de diversiones. Pero conocer uno inaugurado en 1843 tiene un encanto especial. Los jardines Tívoli son el segundo parque de diversiones más antiguo de Dinamarca y el cuarto más antiguo del mundo. El estilo original está perfectamente conservado y las atracciones son una verdadera pasada. Hay opciones para adultos y niños, además de espectáculos al aire libre y conciertos de música

El parque es súper completo y podrás pasar un día a pura diversión con todos los servicios: consigna para las mochilas, restaurantes, zonas de picnic y wifi.

La entrada permite el acceso a los jardines, donde podrás disfrutar de agradables paseos por senderos y del fabuloso ambiente, pero si quieres montar en las atracciones tendrás que pagarlo por separado.

Para llegar hasta los jardines, puedes usar el práctico autobús Hop on-Hop off de la ciudad, que también te alcanza hasta otros esenciales como Amalienborg, o Rosenborg.

Jardines Tívoli, en Copenhague

8.    Torre Redonda

Rundetaarn es una llamativa torre de 35 metros que invita a disfrutar de maravillosas vistas de Copenhague desde las alturas. Lo curioso de este lugar es que no tiene escaleras ni ascensor. ¿Cómo se sube, entonces? Pues por una rampa empedrada de 210 metros de largo que da más de 7 vueltas en espiral hasta llegar a la cima. Una construcción única que llamará poderosamente tu atención.

¿Quieres un dato curioso? Fue el mismísimo rey Christian IV quien estuvo a cargo del diseño (incluso se conservan los bocetos originales).

Si estás preguntándote cuál era la función original de la torre, te contamos que era triple, ya que era parte del complejo Trinitatis, un espacio destinado al aprendizaje que reunía observatorio, iglesia y biblioteca.

La forma más entretenida de llegar hasta la torre probablemente sea en el Tren Turístico de Copenhague, un pequeño trenecito que te lleva a dar una vuelta por todo el casco antiguo. 

¿Sabías qué?

Desde la torre todavía se realizan tareas de observación astronómica, lo que convierte a Rundetaarn en el observatorio en funcionamiento más antiguo de Europa.

Torre Redonda, en Copenhague

9. Kastellet

Kastellet es una ciudadela fortificada con forma de estrella y de estilo barroco que te hará perder la cabeza. Es un paseo absolutamente increíble, en el que te sentirás dentro de una película.

La historia de Kastellet se remonta al siglo XVII, cuando Cristián IV ideó reforzar las murallas de la parte norte de la ciudad. Sus planes no pudieron materializarse como él hubiera querido debido a limitaciones económicas, pero Federico III tomó en sus manos la tarea de reconstruir y ampliar el proyecto de su antecesor.

Para ingresar en Kastellet tienes que cruzar un puente sobre un foso. Una vez dentro todo son callecitas empedradas y edificios de preciosa arquitectura junto a bellos lagos y jardines

¿Sabías qué?

Kastellet es aún hoy propiedad del Ministerio de Defensa danés, aunque más que como zona militar se la utiliza como espacio público de esparcimiento.

Kastellet, en Copenhague

10. Biblioteca Real

La Biblioteca Real de Dinamarca es la más importante de los países nórdicos y una de las más grandes del mundo. Su colección es tan grande que se encuentra repartida en varios edificios. El más llamativo de ellos es el Diamante Negro, una imponente construcción cubierta de mármol negro y vidrio ubicada en la zona de Nyhavn. El edificio es un hito de la arquitectura nórdica, y amerita una visita por sí mismo, pero los tesoros que guarda la biblioteca también aportan su no menor cuota de interés.

La historia de la biblioteca comenzó en el siglo XVII. Desde ese momento hasta el presente logró reunir nada menos que 32 millones de documentos, entre los que se encuentran los primeros libros impresos en Dinamarca y algunos otros tesoros, como mapas de la región polar manuscritos de Hans Christian Andersen y Kierkeggard.

Si quieres conocer cada detalle de la Biblioteca Real y otros imprescindibles de la ciudad, te recomendamos hacer un tour privado. Podrás descubrir cada atracción a tu ritmo y junto a un guía experto.

Biblioteca Real de Copenhague

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