¡Free tour! en español por Dublín
- 2,5 horas
- Español
- Cancela gratis
Pubs de los mejores del mundo, gente amable, música, literatura e historia. Dublín se siente como un cálido refugio para los viajeros en busca de cultura a pie de calle. En esta lista te presentamos los 10 imprescindibles de la ciudad, para que vayas descubriendo qué tiene para ofrecer la capital de Irlanda además de mucha cerveza.
Entre los ítems encontrarás parques, bares y catedrales: un poco de todo. Así es Dublín, ecléctica, magnética y, sobre todo, muy entretenida. Y si cuando terminas de conocer sus imprescindibles te quedas con ganas de más, échale un vistazo a nuestra lista de 35 cosas que ver y hacer en Dublín y alrededores. En ella aprenderás cuáles son las experiencias clave para vivir la ciudad como los dublineses. Y ahora sí, comencemos con lo esencial:
¿Qué es lo primero que te viene a la cabeza cuando piensas en Irlanda? Una Guinness, ¿verdad? Entonces es natural que la fábrica de esta épica cerveza esté en el puesto número uno de los imprescindibles de Dublín.
La Guinness Storehouse es uno de los mejores museos de cerveza del mundo. Vamos, el mejor. En él puedes conocer desde el contrato de arrendamiento de la fábrica hasta sus campañas de publicidad a lo largo del tiempo, pasando, por supuesto, por el proceso de fabricación de la cerveza. Toda la visita es muy amena y entretenida.
Al finalizar el recorrido te invitan con una pinta en el fabuloso bar de la séptima planta del edificio. El Gravity Bar tiene cristales del piso al techo y ofrece las mejores vistas de la ciudad a 360°.
Imprescindible conseguir las entradas con antelación para evitar las colas. Puedes reservar tu lugar ahora mismo apuntándote a este Tour de Guinness por Dublín que incluye las entradas a la fábrica.
San Patricio es el patrón de Irlanda, por lo que no es extraño que su catedral sea la más grande del país y la más famosa también. San Patricio estuvo a cargo de la evangelización de la isla, y se dice que bautizó a los primeros conversos en un pozo de agua cerca de la catedral. Eso fue hace 1500 años… Mucha agua ha corrido bajo el puente desde entonces, y hoy la catedral de San Patricio es uno de los monumentos imprescindibles de Dublín.
El edificio tiene una increíble arquitectura gótica y un inmenso campanario que verás desde varios puntos de la ciudad. Su interior vale tanto la pena como el exterior: tiene coloridas vidrieras, interesantes esculturas y una pila bautismal de la Edad Media.
En los jardines que rodean la iglesia es muy común ver viajeros descansando, ya que son muy acogedores y están alejados del bullicio de la ciudad.
Puedes descubrir la catedral de San Patricio y otros imprescindibles de esta lista haciendo un free tour en español por Dublín. Apúntate ahora, ¡es gratis!
Temple Bar es la zona emblemática de Dublín. Está repleta de bares con ambiente y música 24/7. Los fines de semana por la noche es cuando parece que todo allí va a explotar, pero puedes acercarte cualquier día de la semana por el día o la noche y encontrarás ambiente animado.
En Temple Bar hay varios bares famosos. El principal, claro está, es el que lleva el nombre de la zona: el bar Temple Bar. Pero también tienes que acercarte a The Quays, Sweetman Craft Brewery, The Porter House... y la lista continúa. Si quieres hacer el paseo en compañía de un guía experto que te lleve a conocer los mejores rincones del barrio, te recomendamos este tour nocturno en el que también podrás optar por hacer una degustación de cervezas. Imperdible.
El Trinity College es una de las universidades más prestigiosas del mundo, y por sus aulas han pasado personalidades de la talla de Oscar Wilde, Samuel Beckett y Bram Stocker.
El campus se encuentra en pleno centro de Dublín y tiene varios atractivos. Los principales son la biblioteca y el libro de Kells. ¿Has oído hablar de él? Es un libro del siglo IX que contiene los cuatro evangelios del Nuevo Testamento. Hasta ahí, nada llamativo. Lo verdaderamente asombroso es que está ilustrado con motivos típicos del folklore celta: trisqueles, hombres con forma de animales y laberintos diminutos. Puedes verlo en vivo si pagas la entrada para ingresar en la biblioteca, otro verdadero imperdible.
La biblioteca tiene la colección de libros más grande de Irlanda y continúa ampliándose año a año, ya que recibe un ejemplar de cada libro impreso en Gran Bretaña e Irlanda desde 1801. Su sala principal, la Long Room, tiene 65 metros de largo y libros del piso al techo. Un espectáculo digno de ver.
Una de las cosas que más llama la atención del Castillo de Dublín es que se encuentra en pleno centro de la ciudad. No es común ir caminando por una de las capitales más importantes de mundo ¡y encontrarte con un castillo medieval doblando la esquina!
Actualmente el castillo se utiliza para realizar recepciones de Estado, pero, como muchos edificios con una larga historia, en el pasado cumplió diversas funciones: fortaleza militar, tribunal, tesorería y prisión, entre otras.
Una de las cosas más interesantes para admirar en el castillo es la gran torre medieval, el único rastro que se conserva del edificio original del siglo XII. El sobrio lujo de la decoración interior es otro de sus encantos. La visita es la excusa perfecta para adentrarse en la historia de Irlanda. Si haces la visita dentro de un tour privado por Dublín, podrás sacarte todas las dudas que tengas junto a un guía experto.
Christ Church es la principal iglesia anglicana de Dublín. Está ubicada en lo que fue el corazón de la Dublín medieval y su diseño es un clásico ejemplo de la arquitectura de esa época. El edificio original surgió en 1030, aunque la mayor parte de lo que vemos hoy fue reconstruido durante el siglo XVIII.
Apenas entras, te sorprende la luz que atraviesa sus vidrieras. Sin embargo, para muchos, lo más interesante de la iglesia se encuentra en el subsuelo. La cripta de Christ Church es una de las más grandes de Gran Bretaña e Irlanda, y está decorada con fabulosas esculturas, vajilla de plata y sarcófagos. Las figuras momificadas de un gato y ratón también llaman la atención, aunque no todos las encuentran particularmente agradables.
Una mención aparte merecen las campanas del campanario: son 19 y tienen todas tonos diferentes. Si ya estás fantaseando con hacerlas sonar, tenemos buenas noticias: ¡es posible hacerlo dentro de una visita guiada! También puedes apuntarte a un Free tour de leyendas irlandesas y misterios de Dublín para conocer la cara oculta de este y otros monumentos de la ciudad.
El Phoenix Park es el parque urbano más grande de Dublín y uno de los más grandes de Europa. Sin embargo, su tamaño no es lo que le brinda su fama, sino algo mucho menos monumental y más pintoresco: ¡sus ciervos! Así es, cuando visitas Dublín puedes ir en busca de tu foto junto a un ciervo sin alejarte demasiado del centro de la ciudad. Y no estarás solo en la aventura: el parque Phoenix es el lugar favorito de los dublineses para pasar tiempo en la naturaleza.
Aunque los ciervos son el atractivo más famoso del parque, hay muchas otras cosas para descubrir en él. Un buen plan es dar un paseo en bicicleta y largarse a explorar parte de sus más de 700 hectáreas. Algunos puntos de interés son: la pista de carreras a motor, el monumento a Wellington y el Castillo de Astown.
Kilmainham Gaol es la prisión más famosa de Irlanda y uno de sus monumentos más visitados. No muchas veces una cárcel llega a convertirse en un atractivo turístico, pero la historia de Kilmainham Gaol es excepcional y está entrelazada con la de la misma Irlanda. Muchos de los revolucionarios que lucharon por la independencia del país fueron encarcelados y ejecutados aquí. Y el propio nacimiento de la República puede trazar su historia hasta algunos eventos que ocurrieron en ella.
Al caminar por los estrechos pasillos de Kilmainham Gaol es fácil imaginar las durísimas condiciones que tuvieron que enfrentar sus presos, el hacinamiento y el frío que se colaba por las ventanas sin vidrios.
Por otra parte, la información detallada que dan los guías ayuda a comprender el rol de la cárcel en la independencia del país. Una visita imperdible para comprender la historia de Irlanda.
St. Stephen’s Green es una verdadera fiesta para los sentidos. Está ubicado al final de Grafton Street, una de las calles principales de la ciudad, y es muy posible que llegues hasta él en más de una ocasión sin proponértelo, porque tiene una ubicación muy céntrica. Es mucho más pequeño que el otro famoso parque de la ciudad, el Phoenix Park, pero es igualmente encantador.
St. Stephen’s Green tiene un diseño prolijo y atractivo: todo en él parece estar allí por una razón. Es un lugar especial para descansar o disfrutar de un picnic bajo el sol. Durante el verano, suelen organizarse conciertos al mediodía.
Si estás con niños en Dublín es un lugar imperdible: por sus áreas de juegos, su lago habitado por cisnes y patos, las flores, fuentes y otros bonitos detalles. Cuando te duelan los pies de callejear por la ciudad, este es el lugar indicado para tomar un descanso.
El Ha’penny Bridge es el puente más pintoresco de Dublín, y el más antiguo también. Hace un siglo costaba medio penique atravesarlo, y de ahí viene su nombre: “half penny”, “medio penique”. La estructura original surgió en 1816, y fue la primera que permitió cruzar el río Liffey a pie. Antes solo podía hacerse el trayecto en barca.
El puente es parte de la vida diaria de miles de dublineses, que lo atraviesan para ir o volver de sus actividades cotidianas. Y también forma parte del mapa amoroso de la ciudad, ya que aquí las parejas de Dublín cuelgan sus candados como símbolo de amor.
La escena del Ha’penny Bridge es especialmente encantadora de noche, cuando se encienden sus farolillos. Como está ubicado en la zona de Temple Bar, puedes darte una vuelta después de haber tomado unas cervezas en alguno de sus bares para terminar la noche de la manera más romántica.
18
tours en Dublín desde