Excursión a las Cataratas del Iguazú con vuelos incluidos
- 12 horas
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Si eres de los que no se quiere perder ni un detalle y aprovechar al máximo, existen visitas guiadas que te ayudarán a ahorrar tiempo y dinero durante tu estancia en Río de Janeiro. Si prefieres viajar a tu aire, consulta nuestro Top 10 para saber lo que no debes perderte y nuestra lista de 20 cosas para ver y hacer en la ciudad. Te ayudarán a la hora de armar tu itinerario. También puede serte de utilidad nuestro mapa y saber cuáles son los mejores barrios para alojarte.
Por la mañana nos acercamos, a primera hora (abre a las 8), a la estación Cosme Velho, para tomar el Trem del Corcovado que nos lleva a la cima del cerro, y visitar el Cristo Redentor, ya que este es el mejor momento del día para tomar fotos desde la cima.
A media mañana, después de disfrutar la vista, sacar fotos y conocer la capilla interior del Cristo, podemos bajar y acercarnos a la Floresta da Tijuca. Allí visitaremos los sitios más interesantes, como la Cascatinha Taunay, alguna de las grutas, y el Mirante do Excelsior, por ejemplo.
Saliendo de la Floresta nos dirigimos al Jardín Botánico de Río, donde almorzaremos, para luego recorrer los sectores más importantes, como el jardín Pedro Gordilho, donde están los Palos de Brasil, árbol nacional, o el sector de las Palmeras Imperiales. Si te gustan las flores, no dejes de pasar por el orquidario.
Frente al Jardín Botánico se encuentra Lagoa. Podemos alquilar un triciclo para recorrer el parque que rodea la laguna, y luego tomarnos un merecido descanso en alguno de los barcitos allí ubicados, disfrutando una cerveza helada, un poco de música, y la vista de la ciudad al anochecer.
Es imposible pensar en visitar Río de Janeiro y no pisar la playa, así que aprovechamos la mañana de un día de sol para recorrer las más conocidas. Comenzamos por Leblón, cruzamos el Jardim de Alah para llegar a Ipanema (¡ineludible!), nos detenemos unos momentos en el Arpoador, para descansar y disfrutar la vista, y luego continuamos hacia Copacabana. Ahí podemos almorzar y relajarnos en la playa durante algunas horas.
Por la noche, podemos tomar el autobús hasta Lapa, para cenar y disfrutar de la animada vida nocturna de ese barrio.
Temprano llegamos hasta Praia Vermelha, para tomar el Bondinho do Pão De Açúcar, que nos llevará a la cima del cerro. La espectacular vista de 360º del Pan de Azúcar nos permitirá tomar excelentes fotografías de la ciudad, las playas y el Corcovado. Recuerda hacer este ascenso sólo si el día está despejado, de lo contrario las nubes no te dejarán ver nada.
Bajando del Pão De Açúcar, y si no hay partido de fútbol, podemos ir en autobús hasta el Maracaná. En la visita guiada podremos subir a la torre de vidrio para ver el campo, conocer el museo y los vestuarios, y recorrer la Calçada da Fama.
Hora de almorzar. No estamos lejos de Santa Teresa, así que podemos llegar hasta allí para comer en alguno de los restaurantes frente a la plaza Largo de Guimarães, comprar recuerdos en las tiendas de artesanías, admirar los edificios históricos del barrio y, si queda tiempo, llegar hasta el mirador del Parque das Ruínas. Otra opción es ir hasta la Escalera Selarón, cerca de los Arcos de Lapa.
Por la Rua Riachuelo pasa el autobús 010, que nos dejará a menos de 100 metros de la Confeitaria Colombo, para conocer este lugar histórico y probar alguna de los deliciosos pasteles que preparan en este lugar.
Por la noche, podemos cenar en algún boteco, y comer cualquiera de los platos y postres típicos cariocas.
No dejes de conocer el Real Gabinete Português de Leitura, visitar la feria Saara, o escaparte a lugares relativamente cercanos como Angra dos Reis, Buzios o Paraty.
Y, por supuesto, si viajas en carnaval, el Sambódromo es ineludible. Pero recuerda que debes comprar las entradas con mucha anticipación.
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