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- 13 horas
- Español
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67,15 US$
El Circo Máximo (Circus Massimus), de 600 metros de largo por 140 de ancho, fue el estadio más grande de Roma. Tenía capacidad para 250.000 personas sentadas en las "caveas" o gradas, que tenían tres pisos. Alrededor de 50.000 personas más podían ver los juegos de pie. En la pista había lugar para hasta 12 carros tirados por dos o cuatro caballos cada uno.
Se celebraban competenciones atléticas y deportivas (Ludi Romani o Juegos Romanos) de las cuales las carreras de carros eran las más populares. Generalmente competían cuatro equipos diferentes, identificados por los colores rojo, verde, blanco y azul. Las carreras consistían en completar siete vueltas y los ganadores eran coronados con una corona de laurel.
En muchos casos, los conductores de los carros eran esclavos quienes, si lograban sobrevivir a las brutales carreras y vencer, ganaban dinero que les permitía, con el tiempo, comprar su libertad.
El circo está conectado a la vida de Roma desde sus mismos inicios. La mitología dice que el famoso Rapto de las Sabinas, el secuestro de las mujeres de esa tribu ideado por Rómulo, ocurrió en medio de una competición deportiva en un circo, organizada en honor de Neptuno.
Históricamente, el primer circo del que se tiene registro es el construido por Tarquino Prisco en el siglo VI AC, entre el Palatino y el Aventino.
Las "carceres", espacio desde donde salían los carros, se usaron a partir del 329 AC.
En el 174 AC comenzaron a usarse unos huevos de piedra o mármol colocados sobre la espina, el muro bajo que dividía en dos la arena, para contabilizar las vueltas: a cada vuelta, uno de los huevos se quitaba. En el año 33 AC se reemplazaron los huevos de madera por delfines de bronce. Los jueces se ubicaban en una torre.
La estructura de madera del Circo Máximo fue destruida por un incendio en el 31 AC. Primero Julio César y luego Augusto se ocuparon de la reconstrucción. El emperador Augusto completó el hipódromo, decorado con un obelisco egipcio traído de Heliópolis.
Nuevas reformas fueron introducidas por Nerón, Tito, Domiciano, Trajano y Constancio II.
La última carrera en el Circo Máximo se llevó a cabo en el 548, durante el gobierno del rey ostrogodo Totila.
La caída del Imperio trajo aparejado el saqueo y abandono del Circo. En la Edad Media el predio fue usado para cultivo y en la Edad Moderna fue un cementerio judío. A mediados del siglo XX comenzaron las tareas de excavación y recuperación de las ruinas del Circo Máximo, aunque todavía muchas de ellas siguen bajo tierra.
Para no perderte ninguna curiosidad ni detalle de interés durante la visita, te recomendamos recorrer el Circo Máximo junto a un guía experto. Los restos del circo más grande la antigua Roma guardan muchos secretos interesantes que descubrirás fácilmente de la mano de un especialista.
Puedes apuntarte, por ejemplo, a este tour que incluye, además, la visita a las Termas de Caracalla, un maravilloso ejemplo de la época de esplendor del imperio.
Todos los días, las 24 horas.
Gratis
Via del Circo Massimo
Metro línea B, parada Circo Massimo.