Moray

Moray, a 7 kilómetros de las salineras de Maras y 62 kilómetros de Cusco, es otro de los poblados del Valle Sagrado.

La visita a Moray nos dará una idea de los avanzados sistemas incas para desarrollar sus cultivos en pendientes. Se cree que el sistema de andenes fue usado como "laboratorio" para experimentar con el comportamiento de ciertos cultivos y para adaptar plantas que no pertenecían naturalmente al riguroso clima andino.

Terrazas y microclimas

Moray es un complejo de andenes concéntricos construidos en tres sistemas en las épocas pre inca e inca. Las terrazas se adaptan a la pendiente de las laderas del cerro Waninmarka, donde se asientan. El sistema más grande está formado por doce andenes concéntricos alrededor de una planicie interior. 

Uno de los aspectos más interesantes del complejo de Moray es que,  a causa de la pendiente (puede haber hasta 40 metros de altura entre el andén más alto y el más bajo) y la profundidad a que se cavaba cada andén, se crean distintos microclimas, por diferencia de temperatura del suelo entre unos y otros. Esto les permitió a los incas producir en la misma zona más de 250 especies diferentes y replicar el sistema en todo el Tahuantinsuyo.

El sistema de irrigación artificial de estos andenes también era muy complejo, organizado en reservorios y canales horizontales y verticales que llevaban el agua de forma continua y pareja, sin afectar el nivel del relleno de los andenes.

Visita la zona arqueológica de Moray

Si quieres visitar Moray y comprender las actividades que los incas llevaron a cabo en el lugar, lo mejor es recorrer la zona arqueológica en compañía de un guía experto. Nuestro paseo te llevará además a conocer las increíbles salineras de Maras, uno de los paisajes más bonitos del Valle Sagrado de los Incas.

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