Gran Bazar

El Gran Bazar de Estambul es uno de los mercados cubiertos más grandes del mundo. Tiene más de 4000 tiendas: joyerías (muy especialmente), cerámica tradicional turca pintada a mano, alfombras de lana o seda, típicos kilims, bordados, antigüedades, especias y mucho más. Junto con el Bazar de las Especias es uno de los más visitados de Estambul.

Breve historia

El Gran Bazar fue construido por orden del sultán Mehmed II, el Conquistador. La primera gran sala se construyó entre 1455 y 1461. En el siglo XVI, durante el reinado de Suleimán el Magnífico, se ampliaron las instalaciones. En 1894 sufrió severos daños, por un terremoto, y fue completamente restaurado.

Las dos estructuras principales son el Bedestan Interior o Antiguo, construido por Mehmed II, y el Bedestan de la sandalia, la sección de mayor tamaño, pero también la menos menos exclusiva.

En el domo central del Cevahir Bedesten se encuentran las tiendas más importantes. ¿Buscas pipas de agua, artículos en cobre, espejos de madreperla, joyas de oro con incrustaciones de coral y perlas? Todo esto lo encontrarás en esta sala. Y si buscas sedas y telas de ensueño, debes visitar el Koylu Pazari, el ‘Mercado del Pueblo’, una de las secciones más antiguas del mercado.

El Gran Bazar tiene 22 puertas, cuatro de las cuales son las principales. Por ellas se accede a las calles principales del mercado. Una vez dentro, podrás encontrar fácilmente lo que buscas, porque las calles tienen el nombre de los productos que en ellas se venden. Dentro del Bazar encontrás, además de tiendas, dos mezquitas, dos hammams, varios cafés y restaurantes, fuentes, casas de cambio y sucursales bancarias.

Regatear en el Gran Bazar

Si vas a ir al Gran Bazar, no seas tímido y regatea. Esta es una práctica muy común en este lugar, y ningún vendedor se va a asombrar porque le ofrezcas un precio distinto al que marca de inicio. Ten en cuenta algunas cosas antes de proponer un precio:

• El vendedor nunca bajará más del umbral de rentabilidad del producto. Ten en cuenta esto, y sé realista: es un negocio.

• Lo ideal es que ofrezcas un precio considerablemente más bajo, y ver hasta dónde está dispuesto a llegar el vendedor. Cuando hayas llegado al límite, significa que has conseguido una buena ganga.

Por ejemplo: si un producto vale 100 TL, ofrece 50 por ella, si el vendedor te lo pone en 70 TL, ofrécele 60 TL, lo más probable es que te acepte el trato. Ni para ti, ni para mí.

• Te aconsejamos que no muestres nunca excesivo interés por un producto. Es muy importante que el vendedor no detecte que te vas a llevar ese producto sí o sí. En ese caso, no rebajará.

• No seas impaciente. Todo lo contrario, sé amable, si le caes bien, será más flexible. Haz cumplidos sobre la calidad de la tienda y llévatelo a tu terreno.

• Es importante que hables una lengua en la que ambos os entendáis bien, la gran mayoría de ellos hablan inglés.