Hipódromo Romano

En el barrio de Sultanahmet se encuentra uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad: el Hipódromo Romano de Estambul, un lugar histórico en ruinas, del cual se conservan algunos vestigios que explican qué fue este lugar, y que, en cierta forma, definen parte de historia de la ciudad.

Breve historia

El Hipódromo fue construido en el año 200 d.C por Séptimo Severo, aunque fue Constantino el Grande, fundador de la ciudad, quien lo amplió y lo embelleció. Un día, sirvió como centro neurálgico para la diversión y el ocio de la gente en Constantinopla, puesto que en su interior se realizaban carreras de carros y circos.

Este espacio, además, era un escenario ideal para músicos, bailarines y espectáculos de todo tipo que se anunciaban durante los días festivos de la ciudad. Esto se mantuvo hasta el siglo X, aunque los turcos lo utilizaron como lugar de esparcimiento.

En su época de máximo esplendor, este espacio deportivo constaba con una longitud de 480 metros y una anchura de 120, además, podía acoger a la increíble cifra de 100.000 espectadores.

Las carreras

El espectáculo más popular eran las carreras de carros que se llamaban cisios, los cuales eran tirados por cuatro caballos. Los profesionales de este deporte llegaban a alcanzar una fama importante, hasta el punto de que estas carreras se convertían en un negocio de apuestas, y se acababa mezclando política con juego.

Qué ver

Del Hipódromo, en la actualidad, solo quedan algunas columnas y vestigios, aunque lo suficientemente importantes como para hablar en favor de su magnitud.

La columna de Constantino

Esta columna tiene una altura de 35 m y fue construida por Constantino VII en homenaje a su abuelo Basilus I. Está elaborada a base de piedra y se recubrió de cobre y bronce, aunque durante la cruzada latina fue arrancado para acuñar monedas.

Fue inaugurada en el año 330 para celebrar la designación de Constantinopla como capital del nuevo Imperio Romano. Originalmente tenía una estatua de Apolo, que luego fue sustituida por una de Constantino.

La columna serpentina

Se trata del segundo monumento más antiguo del Hipódromo y simboliza la victoria de las ciudades griegas en las Guerras Médicas del siglo V a.C. Constantino la trajo desde el templo de Apolo de Delfos.

Obelisco egipcio

Es el monumento más antiguo de toda Estambul, puesto que tiene más de 3500 años de antigüedad. Se trata de un obelisco que fue construido por Tutmoises II, un faraón que quiso conmemorar el éxito en Mesopotamia a través de él. El obelisco fue trasladado posteriormente a Estambul. Miedo un total de 20 metros y pesa 300 toneladas.

Visita el Hipódromo

Visita el Hipódromo romano de Estambul y otros tantos lugares de interés, como la Mezquita Azul, Santa Sofía o el Palacio Topkapi, y conócelo todo con la ayuda de un guía experto que te explicará al detalle los datos más interesantes de todos ellos. Además, en esta visita guiada te incluyen los traslados, las visitas sin colas, y un almuerzo en un restaurante con comida tradicional.

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