Hong Kong

Ubicado a 1200 kilómetros de Shanghái, Hong Kong es un destino multifacético que vale la pena conocer. El norte de la isla es una urbe densamente poblada, con rascacielos, tiendas de todo tipo y mil ofertas culturales y de entretenimiento. Por otra parte, en el resto de la isla todavía se conservan áreas verdes en las que disfrutar del contacto con la naturaleza.

En Hong Kong podrás hacer de todo: disfrutar una tarde de compras en sus calles y centros comerciales, visitar pequeñas aldeas de pescadores o descubrir bonitas playas de arenas blancas y aguas turquesa que recuerdan a las del Caribe.

Y si quieres descubrir otra ciudad moderna y bien organizada en los alrededores de Shanghái, no olvides a la extraordinaria Taipei, capital de Taiwán.

Vibrante economía

La historia de Hong Kong está marcada a fuego por la cesión a la corona británica en 1842. Durante el gobierno británico la isla creció en infraestructura y se convirtió en un floreciente punto de tránsito para el comercio con China.

Con la llegada de la revolución comunista, en 1949, muchos industriales chinos buscaron refugio en Hong Kong y convirtieron la isla en un gigante manufacturero y exportador.

Con la apertura del comercio con la china continental en la década de 1970, la economía de Hong Kong tuvo otro gran impulso y hoy la región tiene uno de los productos brutos internos más altos del mundo.

Qué ver

• Pico Victoria. El pico más alto de la isla se eleva justo sobre los rascacielos del distrito financiero de la ciudad. Con 552 metros de altura, ofrece las vistas más impactantes de la bahía de Hong Kong. De noche, el puerto Victoria centelleando sobre las aguas es una imagen de película. En la montaña hay dos centros comerciales, una terraza panorámica y un funicular que se encuentra en funcionamiento desde 1888. El Pico Victoria es la visita imprescindible de Hong Kong.
   
• Tsim Sha Tsui. Es un barrio pujante y dinámico repleto de tiendas, restaurantes, museos y espectáculos. Su paseo marítimo es uno de los mejores lugares para disfrutar de las vistas de la ciudad a nivel del suelo. Los rascacielos se recortan contra un fondo de colinas verdes mientras que la cinta azul del agua serpentea a sus pies. La senda peatonal pasa por la Avenida de las Estrellas, el Centro Cultural Hong Kong y el Museo Espacial de Hong Kong.
   
• Buda de Tian Tan. Con 34 metros de altura y fabricado en bronce, es el Buda sentado más grande del mundo. Se ubica en la cima de las colinas occidentales de Lantau, en medio de un verde paisaje, y simboliza la unión del hombre con la naturaleza. El viaje en teleférico hasta allí es parte del encanto, que se completa con una comida en el restaurante vegetariano del monasterio de Po Lin. En el monasterio también podrás comprar incienso para dejar tu ofrenda en los quemadores del templo.
   
• Península de Kowloon. Es la zona más densamente poblada de Hong Kong. Alberga alegres mercados, el barrio residencial y comercial más congestionado de Hong Kong y también el parque más grande de la isla. Para regresar de Kowloon, lo mejor es hacerlo en el icónico Star Ferry. Por un módico precio podrás subir a una embarcación de 1880 y surcar las aguas de Puerto Victoria para admirar el increíble paisaje de los rascacielos sobre el verde telón de las colinas. Imperdible.