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Los guanches fueron los primeros habitantes de la isla de Tenerife. Si bien, en un inicio la palabra hacía referencia solo a los aborígenes de la isla de Tenerife, al final se acabó generalizando al resto de islas. Las investigaciones y teorías de expertos en historiografía determinan que el origen del pueblo guanche empezó con las tribus bereberes que llegaron paulatinamente del norte de África.
Estos pueblos vivían en cuevas naturales de la isla y se dedicaban a la ganadería y a la agricultura, y se desarrollaron de forma diferente en cada isla debido a que no tenían conocimientos de navegación.
Durante el siglo XV, la población de Tenerife estaba dividida en un total de nueve menceyatos (reinos guanches), y sus habitantes se opusieron a la invasión que inició la Corona de Castilla. Muchos supervivientes, tras la conquista, se convirtieron en esclavos, y otros tantos se enviarían a España, siendo convertidos y asimilando el modo de vida de los conquistadores.
Curiosamente, se han encontrado momias guanches en algunas cuevas de la isla, y se han detectado diferentes métodos y formas de momificación que, según los expertos, responden a las diferentes creencias religiosas. Estos procesos se utilizaron en Tenerife ya desde el siglo III.
La conquista de las Canarias duró prácticamente un siglo. Empezó a llevarse a cabo en 1402 y finalizó en 1496. Los motivos de que la conquista fuera tan larga son los siguientes:
En otras islas, como Lanzarote o El Hierro, la conquista fue mucho más rápida porque las poblaciones indígenas ya estaban muy debilitadas por incursiones anteriores.
En Tenerife hubo una fuerte resistencia: los guanches lucharon encarnizadamente con los conquistadores en la famosa batalla del barranco de Acentejo, la cual hizo retroceder a la Corona, que regresó en 1495 y se impuso con más fuerza para derrotar al pueblo guanche. Finalmente, en 1496, la isla pasó a formar parte de la Corona de Castilla ylos guanches pasaron a ser esclavos, hasta ser liberados en 1511.
Muchos canarios se vieron obligados a tener que emigrar ya en el siglo XVIII para buscar un futuro mejor en América. Los puertos en las islas canarias, ya desde la época de los descubrimientos, fueron un importante punto de conexión entre el continente americano y Canarias, de ahí que se viera la emigración como una nueva esperanza.
La emigración continuó hasta el siglo XX, y los principales destinos fueron Venezuela y Cuba. Lo cierto es que muchos países necesitaban mano de obra agrícola para poblar regiones que todavía estaban vírgenes. Muchos consideraban que emigrar a América era una forma de enriquecerse, es por eso que este fenómeno tuvo tanta importancia.
En el año 1833 Santa Cruz de Tenerife pasó a ser la capital de Canarias, aunque la primera había sido La Laguna. Fueron diferentes motivos los que propiciaron esto:
En la actualidad, la capitalidad se la reparten Santa Cruz y Las Palmas de Gran Canaria desde 1927. Esta forma de organización suaviza la rivalidad que surgió ya en 1833 entre ambas ciudades.
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