Excursión al Teide con ascenso al Pico (3.718 m) + Teleférico
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No muy lejos de Santa Cruz de Tenerife, se encuentra uno de los parques naturales más hermosos de España: el Parque Rural de Anaga, que ha sido declarado Reserva de la Biosfera.
Cualquier persona que quiera adentrarse en la faceta más indómita de Tenerife se enamorará de esta cordillera con montañas y barrancos que llegan hasta la costa. Es imprescindible acercarse a estas playas y darse un chapuzón para apreciar el encanto natural y la integración de la montaña con la costa.
Resulta impresionante que en una isla tan pequeña puedan alzarse montañas tan imponentes, como las que se encuentran en el Parque Rural de Anaga, las cuales se pueden recorrer a través de serpenteantes senderos para llegar hasta las calas de arena negra fina y dejarse envolver por el espíritu más exótico y salvaje de la isla.
Resulta también especialmente atractivo el paisaje de la zona por sus antiguas chimeneas volcánicas, los escarpados barrancos y sus acantilados. Por otro lado, en las zonas de alta montaña del parque, se puede encontrar laurisilva, un tipo de bosque nuboso y subtropical que constituye un auténtico fósil viviente que ha sobrevivido durante 40 millones de años. En las épocas de glaciaciones se extinguieron muchos de estos reductos de paz, repletos de troncos retorcidos, musgo, humedad y un verde intenso.
Lo más recomendable es que, simplemente, vayas y recorras el parque haciendo senderismo, o bien con una bicicleta de montaña. La mejor forma de vivir la naturaleza, y quizás la única posible, es adentrándote en ella y explorándola con calma y tranquilidad.
También puedes recorrer sus costas con algún barco de vela, sumergirte en las profundidades del agua practicando snorkel y darte un merecido descanso en sus playas. En el Albergue de Anaga se ofrecen muchas actividades enfocadas al parque, como kayak o incluso esquí náutico.
Una de las zonas y rutas más preciosas del Parque de Anaga es el Pijaral, una reserva natural integral que conserva las mejores representaciones de laurisilva de toda la isla y donde es posible observar especies de plantas en peligro de extinción, como el turqué o las palomas rabiche. Sin duda, es como retroceder a millones de años atrás.
Para acceder a este lugar, con una extensión de 300 hectáreas, es importante solicitar un permiso, debido a la fragilidad del ecosistema. En caso de no hacerlo, la multa puede ser muy elevada y llegar a los 600 euros. El número de visitantes, es tan solo de 45 personas por día, y a esta cantidad están limitados los números de reserva.
Si optas por recorrer el parque a pie, no olvides llevar crema solar, gorra, comida y refrigerios para combatir el calor, especialmente si vas en verano. En el caso de que vayas a subir la montaña, no olvides algo de abrigo y cortavientos por si hace frío o viento excesivo en alguna zona. Por supuesto, recuerda llevar botas de montaña si vas a hacer algún sendero, ropa cómoda, y ropa de baño, toalla y chancletas si vas a la playa.
Autobús: desde Santa Cruz, con las líneas 945 y 947. Desde La Laguna, líneas 076, 077, 273, 274 y 275.
Coche: en coche son, desde Santa Cruz, casi 11 kilómetros, por la carretera TF-11, y el tiempo aproximado es de 20 minutos.