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El Tánger es una ciudad que se ubica en el extremo norte de Marruecos, en el famoso estrecho de Gibraltar, con el cual limita al norte. Y se trata de uno de los emplazamientos turísticos más irresistibles para los turistas por tratarse de una ciudad con un ritmo frenético y bullicioso, y un carácter muy cosmopolita.
Se trata de una ciudad rodeada de mitos y leyendas. Los vestigios arqueológicos parecen situar los primeros asentamientos en la zona durante el Paleolítico. También se han encontrado restos de presencia fenicia, y las razones son obvias: es un lugar estratégico para el comercio al estar abierto al mar y situarse en un estrecho.
En los años 40 a.C., fue un municipio romano, y según textos históricos, proveía principalmente pescado de conserva y púrpura a Roma. No fue hasta el siglo III d.C., cuando pasó a dominación cristiana, posteriormente fue conquistada por los vándalos y el Imperio bizantino, hasta que desde aquí se inició el dominio árabe por toda la península ibérica.
Tánger ha estado constantemente agitada por oleadas de invasiones occidentales y orientales, y ha sido precisamente esta mezcla de culturas la que le ha convertido en un lugar tan pintoresco y lleno de matices.
La ciudad del Tánger está repleta de rincones mágicos que tienes que ir a ver en tu visita. A continuación, te enumeramos los lugares más imprescindibles:
La Medina: se trata de la antigua ciudad que no ha perdido el encanto original pese a haber sido algo modificada por los europeos los últimos años, especialmente para la construcción de casas para diplomáticos. La Medina se divide en el Zoco Grande, que era el antiguo mercado rural, y el Zoco Chico, donde se encuentra la antigua Iglesia de la Purísima, el Dar Niaba y otros muchos atractivos turísticos más.
Cuevas de Hércules: se ubican a unos 5 km aproximadamente del cabo Espartel y a 14 km del centro del Tánger, y son una visita obligatoria. Es una cueva con una forma muy particular debido a la erosión del viento y del mar, aunque también se utilizó como lugar de extracción de piedras para molinos, lo cual hizo que la cueva tuviese grandes dimensiones. Por otro lado, su nombre viene del héroe griego, quien según la mitología griega, durmió en esta cueva antes de robar las manzanas del jardín de las Hespérides.
Kasbah: es la parte amurallada del Tánger, muy enigmática y repleta de bullicio por todos lados. Es un lugar ideal para perderse por sus callejuelas y rincones y descubrir los detalles más particulares de este lugar.
Disfruta de la gastronomía: si vas al Tánger, tienes que probar su gastronomía local, como la sopa haría, el cous-cous y los pinchitos. Asimismo, los dulces marroquíes no tienen desperdicio. La gran mayoría de ellos se elaboran a base de miel y frutos secos.
Si quieres dejar tu visita al Tánger planificada de antemano, puedes realizar una excursión de Málaga al Tánger con traslado incluido. Un guía te acompañará al destino en un autobús y en un ferry que cruzará el estrecho de Gibraltar, y te lo explicará todo in situ para que no pierdas detalle. Además, tendrás incluido un almuerzo en un restaurante de comida marroquí típica.
Coche: puedes llegar por la AP-7 desde Málaga y luego subir el vehículo en un ferry hasta Tarifa. El viaje es de 3 h y 40 min aproximadamente.
