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Santa María la Blanca de Toledo es un templo que fue construido a finales del siglo XII, aunque no se conoce la fecha con exactitud. Lo que sí sabemos es que funcionó como una sinagoga durante más de dos siglos, aunque debido a la revuelta antijudía del 1391 que se inició en Sevilla, esta sinagoga también fue víctima de saqueo, expropiada y convertida en iglesia finalmente.
Aunque hoy en día sea un edificio que pertenece a la iglesia católica, no se realiza culto en su interior. Se trata de un espacio museístico en el que se realizan numerosas actividades culturales y educativas.
Esta maravilla de estilo mudéjar se divide en cinco naves que se separan por pilares, sobre los que se aposentan suntuosos arcos de herradura. Uno de los puntos más característicos de la sinagoga es la contraposición entre la sobriedad y austeridad de su exterior, y la extravagancia y belleza arquitectónica de su interior.
La distribución de las 32 pilastras octogonales, los arcos de herraduras y la simetría de sus naves nos recuerdan a las características propias de una mezquita. Esto se debe a que fue construida bajo el estilo mudéjar por canteros y alarifes musulmanes. No es, por tanto, obra de judíos.
Por otro lado, los capiteles de sus columnas, ornados con piñas y volutas, nos explican que el estilo de esta sinagoga se vio influenciado por el arte románico. No obstante, sus complejos entrelazados geométricos y la decoración de la parte más alta de los capiteles, nos llevan a asociar este complejo estilo decorativo a la arquitectura nazarí de Granada y meriní de Marruecos del siglo XIV.
La sinagoga es un claro ejemplo de la arquitectura mudéjar, pero con influencias estilísticas diversas, y, curiosamente, destinada, a lo largo de su historia, a ser escenario de dos religiones monoteístas distintas y antaño enfrentadas: el judaísmo y el cristianismo.
Desafortunadamente, las reformas en la cabecera de la sinagoga del siglo XVI hicieron que se perdiesen partes muy interesantes, como el nicho para la Torah, y donde se supone que habría alguna inscripción relacionada con la fecha de la fundación del espacio.
La sinagoga ha revelado restos de pintura al fresco con almagre, sobre fondos blancos que dibujan cintas que trazan cadenas y círculos, la cabeza de una serpiente y peces. Al parecer, pertenecen a un edificio de estilo mudéjar que fue construido antes de la sinagoga, aunque no se sabe con exactitud.
El templo de Santa María la Blanca de Toledo está lleno de misterios, de matices y colores, de complejidades artísticas y arquitectónicas, de historia, y de belleza por doquier, que podrás descubrir y apreciar al detalle con nuestra visita guiada de Toledo de las Tres Culturas, donde aprenderás sobre el impacto de la cultura árabe, cristiana y judía en esta ciudad milenaria.
Otra buena opción es apuntarte a este completo recorrido por los Grandes Monumentos de la ciudad en el que verás también la iglesia de Santo Tomé, la iglesia de San Ildefonso, la iglesia de El Salvador y el Monasterio de San Juan de los Reyes. Todo en compañía de un guía experto que te ayudará a descubrir cada detalle de interés.
Del 1 de marzo al 15 de octubre, de 10:00 a 18:45 h.
Del 16 de octubre a 28 de febrero, de 10:00 a 17:45 h.
Cerrado 1 de enero y 25 de diciembre.
Entrada general: 3 €
Entrada reducida: 2,50 €
Gratuita para niños de hasta 10 años y para residentes de Toledo que lo puedan acreditar.
Calle de los Reyes Católicos, 4, 45002 Toledo.
Autobús: L5D, L11, L61, L62.
