El Toboso

El Toboso es un municipio de España de la provincia de Toledo que debe su fama a la más famosa de las novelas de Cervantes: El Quijote de la Mancha. El Toboso resulta ser la patria de Dulcinea, el ilustre amor del caballero andante manchego.

Dulcinea te abre camino por las estrechas calles del Toboso, hasta llevarte a lo que se supone que es su casa, al Museo de Humor Gráfico de Dulcinea, o al Museo Cervantino. Tres lugares que recogen la magia de una obra maestra de la literatura universal.  

El escenario del Quijote de la Mancha

• Casa-museo de Dulcinea: es una recreación ambiental de una casa de la época con objetos de uso cotidiano, como cerámicas, hierros, etc. Hay también enseres para la elaboración de quesos, mobiliarios del siglo XVII, y, entre otras cosas, una increíble prensa de aceite de oliva con una viga de 15 metros.
   
• Museo Cervantino: este museo recoge múltiples ediciones de El Quijote en un total de 47 idiomas. Se sitúa en una espléndida casa solariega. Hay varias muestras manuscritas, algunas firmadas, entre otros, por Hitler o Mussolini. ¿Sabías que el Quijote es el libro más traducido y editado de la historia después de la Biblia? Su importancia es abismal a nivel literario e histórico.
   
• Museo del Humor Gráfico Dulcinea: en este museo encontrarás muchísimas dulcineas diferentes, representadas desde el punto de vista de humoristas españoles y extranjeros, como el Mingote, Mendi y Mena, o Chumy Chúmez.

El Toboso más allá del Quijote

La localidad es el escenario de otros edificios con encanto, de callejuelas de piedra, con casas blancas, llenas de vida, frescas, limpias e irregulares. El encanto del Toboso radica en su capacidad de contar historias de una forma fiel a su memoria histórica. El Museo-convento de Trinitarias es otro rincón de interés, de estilo herreriano, que destaca notablemente gracias sus patios y su peculiar y encantadora iglesia barroca.

Todo en el Toboso parece hablarnos del pasado. Su ruta desde el Monasterio de Trinitarias hasta la casa de Dulcinea nos muestra monumentos y edificios muy significativos, como la Casa de los Mergelinas o la iglesia de San Antonio Abad.

Quizás te resulte curioso saber que Cervantes, a la hora de diseñar a Dulcinea y su escenario, se inspiró en la iglesia de la localidad y en la histórica casa de Ana Martínez Zarco, quien dicen que fue el referente en el que se basó el autor para configurar al ilustre amor del Hidalgo.