Excursión a Formentor y Puerto Pollensa, con barco y visita a mercadillos
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El Castillo de Bellver se ubica en una colina al oeste de la capital, Palma de Mallorca, y desde ahí, a una altura de 112 metros sobre el nivel del mar, orgulloso e imponente, se yuxtapone al bosque de pinos que le rodean, conformando una poesía visual que integra naturaleza y arquitectura.
De entre todas las construcciones que se han erguido, el Castell de Bellver sin duda es una de las más emblemáticas por su originalidad. Fue construido entre 1300 y 1311 por orden del rey Jaime II de Mallorca, y su función principal era la defensiva, así como residencial.
La cuestión es que desde esa colina se obtenía una vista inmejorable a cualquier amenaza que pudiera acechar desde el mar o por tierra. En el caso de ataque, el castillo de Bellver era también un lugar para que los gobernantes pudieran refugiarse.
A partir de la Guerra de Sucesión a principios del siglo XVIII, el castillo se convirtió en un lugar especialmente importante para incomunicar a personajes importantes a nivel político.
Por otro lado, la torre mayor del castillo está aislada y perfectamente protegida. Este lugar, durante muchos años, fue utilizado como prisión, de ahí que puedan verse grafitos que los presos realizaron durante su condena.
De martes a sábado de 10:00 a 19:00 h, de octubre a marzo cierra a las 18:00 h. Domingos y festivos de 10:00 a 15:00 h.
General: 4 €
Reducida: 2 €
Domingos y menores de 14 años: gratis
Carrer Camilo José Cela, s/n, 07014 Palma, Illes Balears.
Coche: Desde Palma de Mallorca son 12 minutos en coche por la Ma-20 hacia la Ma-1044.
Autobús: Desde la Estació Intermodal con la línea 102, la línea 1, 3 o 5.