Deià

Este pueblo, ubicado en la costa oeste de la isla, es uno de los más particulares y a su vez, uno de los más bonitos de toda España tanto por la belleza del pueblo en sí, como por su integración con la montaña que le abraza, la Sierra de Tramontana, desde donde se obtienen unas vistas privilegiadas al mar Mediterráneo.

Deià siempre fue un refugio e imán para grandes artistas y escritores, como Robert Graves. Este municipio conserva esta alma bohemia, y la expone a sus visitantes sin ningún tipo de tapujos a través de sus callejuelas y paisajes.

Breve historia

Los árabes se establecieron en el siglo VIII y dotaron al lugar de un complejo e inteligente sistema de desagüe y riego que se utiliza todavía, además, le dieron el nombre desde la palabra ‘ad daia’, que significa aldea.

Cuando los cristianos llegaron a la isla en sus cruzadas, se construyeron, a partir del siglo XIII, diferentes iglesias en los alrededores de Deià. No fue hasta 1867 cuando surgió uno de los puntos de inflexión que determinaría el devenir de este municipio: el Archiduque Lluís Salvador llegó a Mallorca y se enamoró tanto del lugar, que se encargó de su preservación, de la prohibición de la tala de árboles, y de la creación de diferentes senderos y puntos de observación. 

Con el tiempo llegaron poetas como Robert Graves para inspirarse y respirar tras la etapa de la Primera Guerra Mundial, cuya casa es ahora un muy interesante museo.

Deià basó su economía en el cultivo del olivo, además de los cítricos, la pesca y el sector agrícola, el cual han mantenido a lo largo de la historia.

Qué ver y hacer en Deià

• Sus alrededores: Uno de los encantos más indiscutibles de Deià es, precisamente, el lugar en el que se ubica. Sus senderos, sus bosques y sus vistas al mediterráneo y al municipio desde la montaña, son impagables. El Camino des Racó, por ejemplo, te llevará a una preciosa cascada y a unas vistas panorámicas de la ciudad preciosas.
   
• Calles de Deià: El Carrer del Teix y el Carrer Es Clot son auténticas maravillas por sus calles empedradas, puentecitos con agua pasando bajo ellos, palmeras y casas con formas particulares. El aroma a naturaleza, hará el resto.
   
• Playas de Deià: A parte de poder disfrutar de la montaña y de los encantos del pueblecito, puedes irte de playas y calas por Deià. La más famosa, y que se encuentra a tan solo 20 minutos, es la Cala Deià, una pequeña cala muy rocosa con dos restaurantes donde podrás probar un pescado excelente.