Bryant Park

Las casi 4 hectáreas de superficie de Bryant Park, en pleno corazón de Manhattan y sobre la Quinta Avenida, son un verdadero oasis en medio de rascacielos, restaurantes y tiendas, y un excelente lugar para tomarte un descanso entre visitas en la ajetreada Nueva York.

Breve historia del parque

Entre 1839 y 1842 el gobierno de la ciudad de Nueva York construyó en ese lugar una enorme cisterna de una hectárea y media de superficie, a la que llegaba el agua por tuberías desde otra reserva similar en Central Park, ésta a su vez alimentada por acueductos. Una fantástica obra de ingeniería para la época.

En 1846 se decidió crear un parque en los terrenos linderos a la reserva de agua.

En 1884 se renombró al parque como Bryant Park, y en 1911 se inauguró la New York Public Library, un hermoso edificio Art Decó, en el extremo este del predio.

Para hacerlo más atractivo, en 1934 se agregaron senderos, balaustradas de piedra, una plaza oval y un gran jardín central.

Bryant Park cayó en decadencia hasta la década del '90, cuando se decidió ponerlo en valor para atraer nuevamente al público. Se mejoraron los jardines y restauraron los monumentos, se remodelaron los baños (que estaban clausurados) y se construyeron pabellones para restaurantes y pequeñas tiendas. La reinauguración fue en 1992.

Actividades en Bryant Park

Los jardines son los espacios elegidos por los neoyorkinos como punto de encuentro, para un almuerzo rápido al aire libre, caminar, relajarse e incluso trabajar, ya que hay WiFi en todo el parque.

La "Sala de lectura" es un hermoso espacio con bancos y mesas ubicados bajo unos árboles y sombrillas, y estanterías con libros, atendido por bibliotecarios.

El Carrousel fue diseñado en armonía con el estilo francés del parque. Toda la decoración y los 14 animales del carrousel fueron hechos a mano.

Hay espacios para jugar petanca, ajedrez, backgammon y ping pong y un pequeño putting green.

Entre octubre y mayo funciona una pista de patinaje sobre hielo gratuita.