
Excursión al monasterio de Montserrat con tren cremallera
- 5,5 horas
- Español
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32,82 US$
La Plaza Real, situada en pleno Barrio Gótico, es uno de los rincones de estilo neoclásico del XIX con más encanto de la ciudad de Barcelona. Destaca por su arquitectura, construida en forma trapezoidal por el arquitecto Daniel Molina en el año 1848.
Se trata de una de las pocas plazas cerradas que tiene la ciudad de Barcelona, de hecho, es la única porticada. Se encuentra bajando por las Ramblas, en la sección de la Rambla de los Capuchinos y limita con la calle Ferran y Colón.
A finales del siglo XIX se añadió la emblemática fuente de hierro de las Tres Gracias y las farolas con diferentes brazos. Todos estos elementos, junto a las palmeras que hay en el interior, convierten este espacio en un lugar muy especial, de ahí que con el tiempo se haya convertido en una atracción turística llena de bullicio. Te recomendamos sentarte en una terraza de uno de sus muchos restaurantes o bares y disfrutar del ambiente que se respira en este enclave histórico, el Rossini (cocina italiana) o el My Way (cocina mediterránea), son buenas opciones.
La Plaza Real ocupa el lugar donde anteriormente se encontraba el famoso convento capuchino de Santa Madrona, hasta que fue derribado en 1835. En consecuencia, se construyeron varios edificios, como un teatro o galerías de vidrio, no obstante, se acabó convirtiendo en una plaza.
Tanto por su arquitectura como por su historia, la Plaza Real es un lugar que vale la pena visitar. Para conocer cada detalle de interés acerca de ella, puedes recorrerla junto a un guía experto que te cuente sus curiosidades y anécdotas destacadas. Por ejemplo, puedes apuntarte a este tour por el Barrio Gótico que incluye no solo una parada en la Plaza Real, sino también la visita al famoso Museo Picasso. ¡Muy recomendable!
Plaça Reial, 08002
Llegar en metro: L3 (línea verde) Liceu.
Llegar en Autobús: líneas 14, 59 y 91.