Turismo en Emilia Romana

En Bolonia encontrará más de 30 villas y palacios históricos para visitar: las Villas Aldini, Impero o delle Rose, los Palacios Bevilacqua, Hercolani o Malvezzi de'Medici. La pinacoteca Nazionale, las Siete Iglesias, los pórticos del casco antiguo, las Torres de Asinelli y de Garisenda (descubrirá que la de Pisa no es la única torre inclinada del mundo) y las tumbas de los glosadores, son algunas de las visitas preferidas en Bologna.

Antiguas murallas del siglo XV rodean Ferrara, donde además podrá ver el Castillo de los Este (familia que gobernó Ferrara durante varios siglos), los palacios renacentistas: del Comune, della Ragione, Paradiso, Schifanoia, dei Diamanti, y el Monasterio de Corpus Domini.

En Modena hay una visita obligada: la fábrica de Ferrari, en Maranello, a 3 km del centro de la ciudad. Pero en Modena hay más que autos: también está la Reserva Natural delle Salse di Tirano, el Museo Lapidario Estense, la catedral de San Geminiano, del siglo IX, la Piazza Grande, la Ghirlandina, torre románica de 80 metros de altura, y la Abadía de San Silvestre.

Parma es la ciudad natal de Verdi y Toscanini. También es la tierra del parmigiano. Pero Parma tiene otros atractivos: el Duomo del siglo XI, la Chiesa dell'Annunciata, el Teatro Farnese del siglo XVI, el baptisterio del alto Medioevo, el Ospedale Vecchio.

En Ravena hay una importante cantidad de edificios paleocristianos que fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco: el Mausoleo de Gala Placidia, la Iglesia de San Vital, el Baptisterio Neoniano, el Mausoleo de Teodorico, la Basílica de San Apolinar, entre otros.