Plaza de Tiananmén

La Plaza de Tiananmén es un verdadero símbolo de China. Nació durante la dinastía Ming y con el paso del tiempo fue remodelada en diversas ocasiones para amoldarse a los tiempos modernos. Sus impresionantes dimensiones la convierten en una de las plazas más grandes del mundo: mide 880 por 550 metros. La seguridad y la limpieza en el lugar son extremas.

Monumentos

En la plaza hay distintos monumentos, muchos de los cuales marcaron hitos en la historia de China:

• Puerta de Tiananmén. Está ubicada en el norte de la plaza y comunica con la Ciudad Prohibida. Fue el lugar desde el que se proclamó la República Popular de China en 1949.

• Monumento a los Héroes del Pueblo. Un obelisco de piedra en homenaje a los caídos durante la lucha revolucionaria que lleva la famosa inscripción “Los héroes son del pueblo”.

• Mausoleo de Mao Zedong. En el centro de la plaza destaca el edificio que guarda los restos mortales del líder comunista. Cada día hay una larga cola de visitantes (chinos en su gran mayoría), que se acercan a presentar sus respetos al mausoleo. El cuerpo de Mao se encuentra embalsamado y puede verse durante tres horas todas las mañanas.

Protestas de la Plaza de Tiananmén

En 1989, tuvo lugar en China un movimiento de protesta que terminó de manera trágica cuando las fuerzas de represión del gobierno avanzaron con tanques sobre los manifestantes en la Plaza Tiananmén. El hecho fue reproducido por los grandes medios de comunicación y generó el repudio unánime de los gobiernos democráticos alrededor del mundo. Estas protestas ayudaron a acrecentar tristemente la fama de la plaza a nivel internacional.