Free Tour por el San Sebastián de la Belle Èpoque
- 2,5 h
- Español
- Cancela gratis
¿Sueñas con visitar una ciudad elegante y sofisticada, donde cada rincón derroche encanto? Entonces San Sebastián es tu destino. Hermosas construcciones frente al mar, famosos festivales culturales, playas de arenas doradas y un panorama gastronómico con una decena de estrellas Michelin: San Sebastián lo tiene todo.
Puede que tanto despliegue de atractivos te apabulle un poco a primera vista… Tranquilo, para que no te pierdas nada de lo esencial, hemos preparado esta lista con sus 10 atracciones principales, que te ayudará a sumergirte en su glamurosa esencia. Ah, y también la hemos complementado con estas 20 cosas para ver y hacer en la ciudad, que le aportarán a tu viaje la cuota necesaria de frescura y sabor local. ¡No te la pierdas!
La bahía de la Concha se extiende desde el monte Igueldo hasta el monte Urgull, y une las playas Ondarreta y de la Concha en un semicírculo.
Es el lugar más característico de San Sebastián, y toda la bahía está bordeada por un paseo de lo más bonito, festoneado con una elegante barandilla blanca diseñada por Juan Rafael Alday. Si hay un lugar que no puedes perderte en San Sebastián, es este.
Tal vez el mejor momento para visitar el paseo sea al atardecer, pero durante todo el día quedarás enamorado de las espléndidas vistas. Puedes recorrerlo a pie, en bici o en patinete eléctrico. También puedes optar por recorrer el paseo en un free tour histórico por San Sebastián y descubrir todos sus detalles junto a un guía local.
San Sebastián está rodeada por tres montes: el Urgull, el Ulía y el Igueldo. Entre ellos, el último es el preferido de los viajeros por sus fabulosas vistas de la ciudad y el mar. Su cima se encuentra a 181 metros sobre el nivel mar, y desde ella puedes divisar con claridad toda la bahía y los edificios de San Sebastián acomodándose junto a la línea de la playa.
Pero no solo gracias a las bonitas vistas ha ganado su fama el monte Igueldo: también tiene un pintoresco tren cremallera que te subirá desde la playa de Ondarreta hasta su cima y un pequeño parque de atracciones que conserva todo el encanto de la Belle Époque.
El funicular, inaugurado en 1912, es el más antiguo del País Vasco. Tiene preciosos vagones de madera y recorre un trayecto de 348 metros en cerca de 9 minutos.
El parque de atracciones, por su parte, también fue inaugurado en 1912 y algunas de sus atracciones se mantienen desde aquella época.
El Peine del Viento es un grupo escultórico realizado por Eduardo Chillida en el final de la playa de Ondarreta. Son tres inmensas esculturas de 10 toneladas de peso cada una que se engarzan en rocas sobre el mar. El efecto de las olas rompiendo contra ellas es verdaderamente emocionante. Las fotografías no le hacen justicia, es un espectáculo para apreciar en vivo.
Muy cerca de las esculturas hay una plataforma de observación diseñada por el arquitecto Luis Peña Ganchegui, construida en adoquines de piedra. Gracias a un antiguo colector, con la entrada de las olas hay un sector de la plaza en el que se observan chorros de agua elevándose desde el suelo.
Si quieres disfrutar del Peine del Viento en calma, elige las horas del atardecer. Durante el día el lugar suele estar muy concurrido y con las dificultades para estacionar y las aglomeraciones de gente, la visita puede perder parte del encanto.
Perderte por las calles del Casco Viejo es una de las mejores cosas que puedes hacer durante tu visita a San Sebastián. En esta parte de la ciudad es donde descubrirás el verdadero espíritu donostiarra. Bares de pintxos, edificios icónicos y plazas llenas de vida son algunas de las piezas que forman el rompecabezas de la Parte Vieja.
Como ya dijimos, a nuestro criterio lo mejor es vagar sin rumbo y dejarte sorprender, pero si quieres una hoja de ruta más definida, te recomendamos no perderte:
Nadie puede decir San Sebastián sin pensar en su gastronomía. Y tan alta fama está respaldada con hechos: la ciudad tiene, desde hace años, una de las más altas concentraciones de estrellas Michelin de España. Pero no es necesario dejar la billetera en uno de sus restaurantes laureados para disfrutar de los sabores de la ciudad. Aún más, para saborear la más auténtica cocina local, tal vez lo mejor sea perderse por las calles de la ciudad y entrar en sus bares de pintxos.
Te recomendamos 3 de ellos, pero también vale dejarse llevar por el instinto e inventar tu propia ruta.
Aunque muchos se queden solo con la Playa de la Concha, San Sebastián tiene otras hermosas playas para disfrutar. Te hacemos un resumen de las mejore playas de la ciudad:
El Museo de San Telmo es un museo centrado por completo en la sociedad vasca, sus costumbres y su historia. Tiene más de 35 mil piezas que se organizan en 5 categorías: Etnografía, Bellas Artes, Fotografía, Arqueología e Historia.
Es un verdadero imprescindible para cualquier viajero interesado en la cultura vasca, pero también disfrutarás la visita si eres amante de la arquitectura: la sede del museo es un antiguo convento dominico del siglo XVI de estilo gótico y renacentista. Algunos de sus detalles te dejarán con la boca abierta, como por ejemplo el magnífico claustro.
Las colecciones del museo son muy útiles para entender las distintas formas de pensar y vivir de la sociedad vasca a lo largo del tiempo. Entre sus piezas hay antiguas estelas de piedra, laudas, escudos; pinturas, esculturas y estampas que se remontan al siglo XIX; instrumentos, herramientas y objetos típicos, y mucho más.
Todos estos objetos están acompañados de propuestas multimedia que aportan información interesante y la cuota justa de dinamismo. Un señor museo para disfrutar con todos los sentidos.
Es el edificio religioso más importante de San Sebastián y el más grande de todo Guipúzcoa. El detalle que lo vuelve único y que seguramente te sorprenderá es la increíble torre principal de 75 metros. ¡La verás una y otra vez desde los más diversos rincones de la ciudad!
El templo fue construido a fines del siglo XIX en estilo neogótico con piedras de las canteras de Igeldo, y recién en 1953 se convirtió en catedral.
Tiene preciosos elementos decorativos, como vidrieras, gárgolas y pináculos, que no querrás perderte. Aprovecha este free tour por la San Sebastián de la Belle Époque para descubrir este y otros imprescindibles de la ciudad junto a un guía experto. ¡Te resultará de gran provecho!
El órgano de la catedral era, en el momento de su inauguración, el más grande de España y uno de los más importantes de toda Europa. Pesa 30 toneladas y tiene nada más y nada menos que 9.535 tubos. El más alto de ellos llega a la altura de ¡10 metros!
El Palacio Miramar es un precioso edificio de estilo inglés ubicado junto al mar y rodeado de hermosos jardines. Fue construido en 1893 por encargo de la Casa Real Española para que fuera casa de veraneo de la reina María Cristina, y es el lugar perfecto para adentrarse en el interesante vínculo entre la realeza española y San Sebastián.
Hoy el edificio es un Bien de Interés Cultural, propiedad del Ayuntamiento de San Sebastián. Funciona como sede de los Cursos de Verano de la Universidad del País Vasco y es escenario de glamurosas fiestas, como la de clausura del Festival de Cine de San Sebastián.
Algunos de sus salones se mantienen tal y como fueron diseñados originalmente, mientras que otros fueron reformados para adaptarlos a nuevos usos. Actualmente no es posible visitar el interior del palacio pero sí caminar por sus jardines, algo que vale mucho la pena. Son bellísimos, brindan espléndidas vistas a las playas de Ondarreta y la Concha, y tienen varios carteles con información sobre la historia del palacio.
El Paseo Nuevo bordea la costa alrededor del Monte Urgull, desde el Aquarium hasta el Kursaal (un gran palacio de exposiciones). Es uno de los recorridos más bonitos y tranquilos para hacer en San Sebastián, ¡siempre y cuando la marea esté tranquila! Cuando las mareas vivas forman olas de varios metros de alto, el paisaje se torna mucho más imponente e incluso hasta peligroso. No son pocas las ocasiones en las que el paseo tiene que ser cerrado por las inmensas olas que golpean Donostia, sobre todo durante el invierno.
Se puede recorrer a pie, en patines, bici o en coche, y disfrutar de las fabulosas vistas de la bahía y la ciudad. Punto de encuentro de locales y viajeros, es una de esas postales características de San Sebastián, sobre todo cuando las olas lo azotan y crean imágenes de película.
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