Free Tour por el San Sebastián de la Belle Èpoque
- 2,5 h
- Español
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tours en San Sebastián desde
El parque Cristina Enea es uno de los principales espacios verdes de San Sebastián. Se trata de un parque urbano con estilo de jardín inglés que se ubica en un pequeño montículo rodeado por el meandro final del río Urumea. Su principal atractivo es que combina las propuestas culturales con el entorno verde.
En sus orígenes, el parque era una finca que pertenecía a Fermín y Cristina, duques de Mandas, un influyente matrimonio de la burguesía donostiarra de finales del siglo XIX.
Los duques fueron adquiriendo terrenos y diseñando la finca a su gusto, con bosquetes, caminos, árboles, estanque… Todos estos elementos exteriores se construyeron antes que el palacio y fueron diseñados por los mejores paisajistas, arquitectos y jardineros de la época. La finca era una de las más admiradas de San Sebastián y recibió la visita de importantes personajes.
Cuando el duque de Mandas falleció, ordenó que el lugar permaneciera un tiempo en manos de su familia para pasar a ser, finalmente, propiedad de la ciudad de San Sebastián. Sin embargo, antes de que se cumpliera el tiempo pactado para el traspaso, los herederos de la finca decidieron ceder sus derechos al municipio.
Así, el parque pasó a manos del gobierno municipal en 1919, no sin ciertas condiciones que el duque había dejado expresamente indicadas: que no estuvieran permitidos los juegos ni los almuerzos, que el parque conservara el nombre en honor a su mujer y que cerrara sus puertas al anochecer.
En sus casi 95 mil metros cuadrados de extensión, el parque presenta diferentes ambientes y varias construcciones, que incluyen un palacio, una capilla y varias dependencias anexas.
Las plantas y animales que habitan el parque le brindan un encanto especial. Además de las aves del estanque hay más de 60 otras especies de aves en él. Destaca un tipo particular de escarabajo, el más grande de Europa, conocido con el nombre de Ciervo volador. Es un insecto que vive en árboles muy antiguos, ya que necesita depositar los huevos debajo de su corteza. En Cristina Enea, los viejos robles le sirven para ese fin. Anfibios, reptiles, hongos y murciélagos completan el panorama de la vida animal en Cristina Enea.
En cuanto a la vegetación, tilos plateados, robles y laureles tienen gran presencia, aunque también hay ejemplares de secuoya, ciprés, olmo y cedro. Pero el que se lleva todas las miradas es un Ginkgo biloba hembra que se encuentra frente a la escultura del óvalo. Es un maravilloso ejemplar de una de las especies más antiguas del planeta, que pobló grandes regiones del planeta hace millones de años, y sobrevivió al asteroide que extinguió a los dinosaurios.
Todos los días de 07:00 a 21:00, en verano, abierto hasta las 22:00 h
Gratis
Paseo Duque de Mandas 66
Autobús: líneas 9, 17, 24, 26, 27, 37, 41