Tour en barco por playas y cuevas desde San Antonio
- 2 horas
- Español
- Cancela gratis
63,64 US$
Ubicada en el norte de la isla, la cueva de Can Marçà es un bonito enclave natural con una historia apasionante. Si nunca has visitado una cueva con estalactitas creciendo en su interior, sin duda te dejará sin habla.
Formada por la acción de las fuerzas naturales hace 100 mil años, la cueva ha pasado por todo tipo de eventos geológicos, y actualmente se encuentra fosilizada casi por completo, debido a la falta de humedad. Solo las galerías más profundas presentan un goteo que continúa formando estalactitas y estalagmitas. Los materiales que predominan en el interior de la cueva son carbonato de calcio, óxido de hierro, magnesio y arcilla.
Además de ser dueña de una belleza natural increíble, la cueva de Can Marçà tiene un pasado muy interesante, profundamente relacionado con la historia de Ibiza. En el siglo XIX sirvió como refugio a piratas, y más tarde, a comienzos del siglo XX fue utilizada para el contrabando. Allí se almacenaban artículos de primera necesidad, como azúcar, café y aceite. La mercadería era izada unos 10 metros desde el mar y escondida en las profundidades de la cueva. Las paredes rocosas aún conservan las marcas de color rojo y negro que indicaban las salidas de emergencia en caso de peligro.
En la década de 1970, el espeleólogo belga Jean Pierre Van der Abeelle comenzó a explorar las galerías y rincones de la cueva. Después de una década de trabajos de acondicionamiento, la cueva se abrió al público en 1980.
Durante las excavaciones, se encontraron en la cueva fósiles de mamíferos y roedores prehistóricos extintos. Estos restos fueron trasladados al Museo de Historia Natural para su estudio y clasificación.
La cueva se encuentra junto a un mirador (donde hay también un precioso bar con terraza) que ofrece espectaculares vistas de la bahía del Port de San Miquel, con las islas de Murada y Ferradura justo enfrente. Muchos viajeros disfrutan más estas maravillosas vistas que las del interior de la cueva. Lo que sucede es que el lugar se halla bastante intervenido por el ser humano y ha perdido parte de su encanto natural. La iluminación, por ejemplo, es tan colorida como polémica, ya que poco tiene que ver con el aspecto natural de la roca.
Para acceder a la cueva hay que ascender unos 14 metros a través de unas escaleras. La visita guiada dura 40 minutos y es muy completa. El paseo te lleva a través de galerías adornadas con asombrosas formaciones naturales y también con reproducciones artificiales de los cursos de agua de antaño. Las salas principales son:
La cueva de Can Marçà es la más famosa de la isla, pero está lejos de ser la única. De hecho, las cuevas de Ibiza son uno de sus reclamos más bonitos y menos explorados por los viajeros. Las fuerzas de la naturaleza han tallado hoquedades repletas de estalactitas y estalagmitas, muchas de ellas directamente sobre el mar.
Si quieres descubrir estas fascinantes esculturas naturales, te recomendamos apuntarte a un tour en barco por playas y cuevas de Ibiza. Es una de las mejores formas de descubrir este fantástico costado inexplorado de la naturaleza ibicenca.
Desde el 1 de mayo al 31 de octubre, de 10:30 a 19:300 h. Visitas cada 30 minutos.
Desde el 1 de noviembre hasta el 30 de abril: de 10:30 a 17:30 h. Visitas cada 45 minutos.
Entrada general: 13 € adultos, 8 niños
Autobús (solo en verano). Línea 37 Port Sant Miquel-Es Canar; línea 22 Sant Antoni-Port Sant Miquel; línea 25A Eivissa-Port Sant Miquel.
En coche. Pasando el pueblo de Sant Miquel, tomar la carretera al puerto unos 3 kilómetros y girar a la derecha antes de llegar a la playa. Después de atravesar el puente se llega al parking de la cueva.