Free tour teatralizado de misterios y leyendas
- 1,5 horas
- Español
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15,91 US$
La Catedral de Santiago es el punto neurálgico de la ciudad: meta de los peregrinos que hacen el Camino de Santiago, piedra fundamental de la ciudad y lugar de encuentro por excelencia entre locales y visitantes. Es un templo de una belleza sorprendente, que te contará en sus paredes sucesos de varios siglos.
La historia de la catedral se remonta muy lejos en el tiempo, y se vincula de manera directa con el apóstol Santiago el Mayor. Según la tradición cristiana, Santiago predicó el Evangelio en la península ibérica, y, después de haber sido decapitado en el año 44 en Jerusalén, sus restos fueron trasladados a Galicia.
Varios siglos después, en el año 814, un ermitaño observó durante varios días un misterioso resplandor en un bosque, que leyó como una señal de algo importante. Al enterarse de la noticia, el obispo de Iria Flavia le pidió al ermitaño que lo llevara al lugar. En su exploración, encontraron un sepulcro de piedra, que no dudaron en identificar como la tumba del Apóstol Santiago y sus dos discípulos.
En ese mismo lugar se levantó una capilla, por orden del rey Alfonso II de Asturias, que rápidamente se convirtió en sitio de peregrinaje. El número siempre creciente de peregrinos hizo que, tiempo después, en 829, la capilla fuera reemplazada por una iglesia. A su vez, ese templo también quedó pequeño y fue reemplazado por otro en 899. La catedral que conocemos hoy es el cuarto edificio levantado en el lugar, y comenzó a construirse en 1075, bajo el reinado de Alfonso VI.
El Pórtico de la Gloria se ubica en la entrada oeste de la Catedral de Santiago, y está considerado por muchos como uno de los más grandes exponentes del estilo románico. Se compone de tres arcos con más de 200 figuras talladas en granito, que transmiten un profundo mensaje teológico. Para poder comprender la simbología, es una excelente idea visitarlo en compañía de un guía experto. El bellísimo pórtico fue realizado por el Maestro Mateo y su equipo de trabajadores entre 1168 y 1888: un tiempo verdaderamente récord.
Este gigantesco inciensario es una de las estrellas de la catedral, y sin duda te sorprenderás al verlo. Pesa nada menos que 62 kilogramos y mide 1,50 m de altura. Está hecho de plata y su interior se llena con cerca de medio kilo de carbón e incienso. Al ponerse a girar puede alcanzar los 68 km/h. Dibuja un arco de 65 metros y se eleva hasta los 21 metros de altura.
Para moverlo se necesitan ocho operadores, que empujan el gigantesco recipiente y tiran de una cuerda de 5 cm de diámetro para darle impulso.
Si quieres ver el imponente espectáculo del botafumeiro en funcionamiento, deberás prestar especial atención a las fechas de tu viaje, porque entra en movimiento solo unas pocas veces al año. Doce veces, más precisamente:
Además de en estas fechas especiales, también puede ponerse en funcionamiento a pedido de grupos de peregrinos.
En tres oportunidades, el botafumeiro se desprendió de la cuerda y salió volando por los aires. Fue en los años 1499, 1622 y 1937. ¡Menudo susto se habrán llevado los asistentes a las ceremonias!
En 1930 se fundó un museo que protege y expone piezas y sectores de la catedral con gran valor histórico y artístico. Se organiza en tres grandes espacios:
Como te contamos anteriormente, la historia de la catedral es muy rica y el edificio refleja en sus paredes más de un siglo de acontecimientos, por lo que resulta una excelente idea hacer una visita guiada al lugar. Un guía experto podrá mostrarte cada detalle de interés, para que no te pierdas de nada.
Este tour incluye, además, la entrada al museo de la Catedral, donde podrás ver la biblioteca, el claustro, el Tesoro y la Capilla de Reliquias. ¡No te lo pierdas!
Lunes a domingo de 07:00 a 20:30 h
Museo: martes a domingo de 10:30 a 14:30 h
De 6 a 12 €
Praza do Obradoiro s/n