Museo do Pobo Galego

El Museo do Pobo Galego es uno de los mejores lugares para conocer la cultura de todo el territorio gallego sin moverte de la ciudad. Reúne muestras de todas las manifestaciones de la cultura tradicional gallega en un precioso edificio. La visita es súper enriquecedora y amena. Eso sí: todos los carteles explicativos están en idioma gallego, así que prepárate para hacer un pequeño esfuerzo de interpretación.

Breve historia del Museo do Pobo Galego

El museo fue creado en 1976 para promover y conservar la cultura gallega en todos sus ámbitos. Comenzó a funcionar en el antiguo convento de San Domingo de Bonaval. Desde su creación ha sido reconocido con más de 20 premios, y, con el tiempo, pasó a ser el máximo referente en la difusión del patrimonio histórico-cultural de Galicia.

El edificio

El edificio del Museo se encuentra fuera de los muros de la ciudad, en la ladera del monte de Almáciga, muy cerca de la Puerta del Camino, por la que llegan a Compostela los peregrinos que recorren el Camino Francés.

El museo obtuvo su forma actual entre 1685 y 1715 gracias al trabajo del arquitecto gallego Domingo de Andrade. Hay dos detalles que no debes perderte:

• La puerta principal, decorada con dos enormes columnas repletas de motivos frutales, característicos del estilo de Andrade.
   
• La triple escalera helicoidal, una maravilla de la ingeniería que es uno de los elementos arquitectónicos más destacados de toda Santiago de Compostela.

Las colecciones

La exposición permanente del museo se organiza en varias salas y pretende dar un panorama completo de la gran diversidad de formas de expresión que adopta la cultura gallega. Caminar por el museo equivale a hacer un viaje en el tiempo a través del territorio gallego y sumergirse de lleno en sus tradiciones y costumbres.

La colección está organizada de manera temática en 10 esferas:

• El mar. Reúne todo tipo de objetos relacionados con la náutica y embarcaciones típicas.
   
• El campo. Con las herramientas de labranza, los medios de transporte y distintos elementos relacionados con la ganadería y la agricultura.
   
• Los oficios. Un verdadero tributo a todas las formas de trabajo que permiten crear los objetos necesarios para enfrentar el día a día. Carpintería, cerámica, herrería, zapatería, cestería y más.
   
• La indumentaria. Con bellísimas muestras de todo tipo de prendas, desde atuendos de trabajo hasta vestidos de gala. Zapatos, sombreros y accesorios incluidos.
   
• La música. Donde podrás ver instrumentos tradicionales, como las gaitas y pandeiros, y descubrir también el universo de las danzas gallegas.
   
• Arquitectura popular. Muestra la gran diversidad de refugios que se han construido en tierra gallega, desde las humildes casas de pescadores hasta las amplias casas de los agricultores, pasando por otras construcciones típicas, como los hórreos, utilizados para guardar la producción del campo.
   
• La sociedad. Una verdadera muestra de las costumbres gallegas: desde cómo se organiza el territorio hasta cómo se realizan las labores del campo, pasando por las tradiciones de herencia, producción, celebraciones y rituales.
   
• Oficios suntuosos. Donde se muestran los productos desarrollados por escultores, vidrieros, bordadores y otros oficios refinados.
   
• Arte. Un recorrido por la pintura gallega, desde el siglo XVI hasta el XX. Con obras de Fierros, Sotomayor, Corredoyra, García de Bouzas y Arias Varela, entre otros.
   
• Arqueología. Reúne piezas arqueológicas prehistóricas y medievales, e incluye fragmentos del antiguo edificio gótico que precedió al actual convento.
   
• Prensa e imprenta. Con libros, revistas y otras publicaciones en lengua gallega.