Excursión al Puente colgante de Capilano y Montaña Grouse
- 5 horas
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¿Tienes ganas de conocer Vancouver? En este post te vamos a facilitar el trabajo para que sepas dónde ir, en qué orden y qué es lo que no te puedes perder en un itinerario de 4 días por Vancouver y sus alrededores. Podrás ubicar todas las paradas propuestas en nuestro mapa, y no olvides que también existen visitas guiadas muy recomendables con las que podrás ahorrar tiempo y dinero.
Tu visita a Vancouver no puede empezar por otro lugar que no sea por sus calles. Uno de los encantos de esta ciudad canadiense y que mejor la define, son sus grandes rascacielos acristalados que se alzan imponentes a lo largo de algunos de sus barrios más característicos.
Nosotros te recomendamos que empieces el día dando un paseo por el Gastown, el auténtico centro histórico de Vancouver y el lugar desde donde se configuró la ciudad a lo largo de su historia. Presta especial atención al reloj de vapor y ve a ver algunas de las tiendas de artesanías que se despliegan por la Water Street.
Desde aquí puedes ir caminando hasta el Chinatown para conocer uno de los barrios más característicos de la ciudad. El barrio chino se caracteriza por ser un espejo de la cultura china a través de lugares como sus restaurantes, sus jardines, sus tiendas o sus puertas. Te recomendamos que vayas al Jardín chino Dr. Yat-Sen, una maravilla que seguro que te robará todos los sentidos.
Desde el Chinatown puedes llegar fácilmente a dos lugares que no pueden faltar en una lista de imprescindibles en Vancouver: el Science World, que es un museo de ciencia ideal para visitar en familia, y el Rogers Arena, que es el templo del deporte en la ciudad donde juegan los Vancouver Canucks.
Si vas a Vancouver, no puedes no ir al Stanley Park, el parque urbano más extenso de Canadá y uno de los más grandes de Norteamérica. Aquí tendrás un sinfín de actividades que podrás hacer para pasar un día maravilloso en medio de la naturaleza en plena ciudad.
Bordea el parque de Stanley por el Sewall alquilando una bicicleta. Desde este lugar se obtienen las vistas más maravillosas del skyline Vancouver: a un lado la ciudad, y al otro la inmensidad y la frescura del parque.
Cuando estés en el Stanley Park, ve a su acuario, visita los tótems que representan a las Primeras Naciones, ve a ver la Lost Lagoon y presta atención a la fauna y a la flora del lugar, quién sabe si te encuentras con algún mapache o colibrí.
Cuando hayas acabado con el Stanley Park, ve a visitar algunas de las playas de Vancouver y relájate en el English Bay, una de las zonas favoritas de los visitantes y los locales por su animado ritmo de vida social.
Cuando estés aquí, tómate algún café o té helado y sube por Davie Street o el West End para seguir conociendo la ciudad desde sus entrañas. El West End es una zona residencial muy agradable, con pisos que no son muy altos y parques y zonas verdes por todos lados. Si decides subir por Davie Street, conocerás el barrio gay de la ciudad, característico por sus negocios y bares animados y sus pasos de cebra con los colores del arcoíris, donde podrás tomarte una foto genial para Instagram.
Si tienes tiempo, no olvides ir a Granville Island, uno de los lugares de moda de Vancouver donde hay un mercado fantástico y otros atractivos turísticos geniales para los niños. Es una zona industrial habilitada que merece mucho la pena visitar.
Si quieres escaparte de Vancouver para conocer una de las localidades alpinas de la ciudad más emblemáticas, entonces tienes que ir a Whistler: un municipio-resort al que podrás llegar fácilmente contratando un tour.
Una vez llegues al destino, tendrás muchas actividades que podrás hacer, como, por ejemplo:
Whistler es uno de esos lugares que quedarán guardados en tu memoria para siempre, por eso te recomendamos que le dediques todo un día de tu viaje. ¡No te arrepentirás!
Tampoco te puedes ir de Vancouver sin conocer la capital de la Columbia Británica. Victoria es una de las ciudades más pintorescas de Canadá que, a su vez, está considerada como una de las 10 ciudades norteamericanas más bellas.
Para llegar a Victoria desde Vancouver, lo mejor que podrás hacer es contratar un tour desde la ciudad para desatenderte de todo: te incluyen el ferry para llegar a la isla, los traslados, una visita a los jardines Butchart y tiempo libre. En total, es un tour de 13 horas que no olvidarás jamás.
Cuando llegues, conocerás el centro histórico de Victoria, sus rincones más bellos, el Parlamento Provincial, el Hotel Empress, el Barrio Chino y, sobre todo, los jardines Butchart, uno de los lugares más fotogénicos y preciosos del mundo por la inimaginable belleza de sus jardines.
Si tienes más tiempo para conocer Vancouver, visita el Puente de Capilano, la Montaña Grouse o el Lynn Canyon Park. Y si te vas a quedar mucho más tiempo, no olvides que las Montañas Rocosas no están muy lejos (a 9 horas en coche) y son una joya de la naturaleza.
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