Excursión a Ceský Krumlov
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El Monte Petrín de Praga, con una altura máxima de 320 metros sobre el nivel del mar, es un fantástico paseo al aire libre. Desde su torre de observación (una pequeña réplica de la Torre Eiffel) se tienen las mejores vistas de la ciudad. ¡Ven a conocerlo!
El monte de Petrín fue un lugar de importancia para los habitantes de la zona desde tiempos remotos. Alrededor del año 1100 se realizaban en sus bosques ceremonias paganas en honor del dios Perun. Con el tiempo los bosques dejaron paso a campos de labranza; y en 1836 se comenzó su recuperación como lugar de paseo.
Hoy es uno de los espacios verdes más grandes de la ciudad y los habitantes y visitantes de Praga se acercan a sus laderas La elevación más importante de Praga es también conocida como “la colina de los enamorados”, por varios motivos. Uno de ellos es por la estatua del poeta romántico Karel Hynek Mách, que se levanta en una de las laderas. Dice la leyenda que los enamorados que regalen una flor al poeta el 1º de mayo, se asegurarán el amor de sus parejas por el resto del año. Y si ese mismo día se besan junto a la estatua, tendrán amor eterno.
Para empezar, debes saber que es posible subir al monte en un precioso funicular del siglo XIX. Lo tomas en el barrio de Malá Strana, precisamente en la calle Újezd. Puedes llegar hasta él con los tranvías 6, 9, 12, 20, 22 y 91. El monte está muy cerca del monasterio de Strahov, así que otra opción es combinar la visita y llegar a pie desde allí.
Ahora sí, veamos qué puedes hacer en el monte Petrín:
Es la atracción principal del monte. Su estructura está inspirada en la de la torre Eiffel, aunque su altura no es tanta: mide 63 metros. Una de las mejores vistas de Praga se obtiene desde este mirador, que te eleva a unos 200 metros sobre la ciudad, si tienes en cuenta que la torre se encuentra en la cima del monte. Para subir a la torre hay que pagar entrada y puedes elegir entre hacer el ascenso por las escaleras o en ascensor.
Nació para la Exposición Universal de 1891 y se quedó para siempre en el parque. Es uno de los mejores planes para hacer en Praga con niños. Por fuera se ve como un pequeño castillo y por dentro está repleto de esos espejos que deforman la imagen y brindan un buen rato de entretenimiento para adultos y niños por igual.
El monte se encuentra dividido en varios jardines, que fueron cultivados principalmente en los años 30 del siglo XIX. Dos de los más bonitos tal vez sean el jardín de rosas, y el jardín de flores, que tiene más de 3.000 plantas perennes y bulbos. Ambos están decorados con estatuas y son un paseo de lo más agradable, sobre todo en primavera.
En la torre de observación de Stefánik puedes realizar observaciones tanto de día como de noche, visitar una exposición astronómica ¡e incluso descubrir cómo funciona el mecanismo del observatorio! Didáctico y entretenido. La entrada es de 80 CZK.
Muy cerca de la estación del funicular tienes el restaurante Nebozizek. Es un lugar sumamente agradable, con una bonita decoración, deliciosos platos y unas preciosas vistas de la ciudad. Los precios son muy accesibles y, si tienes suerte, incluso puedes encontrarte con un pianista amenizando la velada. ¡No te lo pierdas!
Funicular de Petrin (todos los días de 9:00 a 23:30)