Catedral de Bilbao

La catedral de Bilbao es la iglesia gótica más monumental de la ciudad y de todo Vizcaya. Junto con la Iglesia de San Antón y la Basílica de Begoña es uno de los principales templos de la ciudad. Está consagrada al apóstol Santiago, patrón oficial de la ciudad, y se encuentra dentro del Camino de Santiago, por lo que está considerada Patrimonio de la Humanidad. Sin duda, vale la pena conocerla.

Historia de la catedral de Bilbao

Antes de 1300 ya existía en el sitio donde hoy se levanta la catedral un templo rodeado de una necrópolis. Con el tiempo hubo necesidad de agrandar el edificio, que lamentablemente fue arrasado por un incendio en 1374. La catedral actual se erigió para reemplazar ese antiguo templo incendiado, y fue construida poco a poco a lo largo de un siglo entero, a partir de 1397.

En 1819, el templo se convirtió en la primera iglesia del País Vasco en recibir el rango de basílica menor. 

A lo largo de los años, la iglesia fue remodelada y reparada en diversas oportunidades. En 1880, por ejemplo, se remodeló toda la fachada, y después de las inundaciones de 1983, el conjunto entero fue restaurado. Hoy se encuentra en perfecto estado de conservación y está considerada un Monumento Histórico-Artístico Nacional.

¿Cómo es la Catedral de Bilbao?

Lo primero que llama la atención de la catedral es su tamaño. Comparada con otras catedrales españolas puede parecer algo pequeña. Sin embargo, si pensamos que originalmente se construyó como iglesia parroquial, se entienden sus dimensiones, que rondan los 1.100 metros cuadrados de superficie.

La fachada está adornada con un precioso rosetón rodeado de motivos vegetales, un chapitel y una torre que puede verse desde muchos puntos de la ciudad. 

La torre tiene 64 metros de altura y consta de tres cuerpos. En uno de ellos se aloja el campanario, que tiene 11 campanas en total, cuatro de repique y siete de volteo. Está coronada por un precioso chapitel calado que fue labrado en Francia.

Interior de la Catedral de Bilbao

Uno de los detalles más bonitos de la catedral son sus vitrales, realizados durante la segunda mitad del siglo XIX. Son de estilo neogótico y se dividen en 17 ventanales y 3 rosetones. Están adornadas en su mayoría con motivos vegetales y elementos geométricos, aunque en las de la cabecera se puede ver una imagen de la Trinidad con dos parejas de apóstoles a cada lado. En los vitrales del crucero hay también imágenes del escudo de Bilbao y el Sagrado Corazón.

Entre los contrafuertes de la catedral se alojan 15 capillas adornadas con increíbles retablos barrocos y finísimas tallas de distintos estilos y épocas. Un dato para tener en cuenta es que dentro de la catedral pueden observarse retablos y piezas escultóricas, pero no el ajuar litúrgico ni la orfebrería. Si quieres observar estas ricas piezas, tendrás que dirigirte al Museo Diocesano de Arte Sacro, ubicado en el Antiguo Convento de la Encarnación de Achuri.

En la cripta podrás observar restos de la ermita original sobre la que la catedral fue construida.

Por último, vale la pena mencionar el claustro, que es el único de estilo gótico que se conserva en Vizcaya, a excepción del del Convento de San Francisco, en Bermeo. Tiene unos bellísimos arcos decorados con cruceríaque dan al jardín central. 

Visita a la catedral

Los viernes y sábados de 10:00 a 14:00 h y de 16:30 a 18:30 h es posible hacer una visita a la catedral con audioguía. Durante el recorrido podrás conocer más sobre la portada principal y la portada sur, la arquitectura del interior y sus capillas, la sacristía y el claustro. ¡Para no perdérsela!