Excursión por lo mejor de San Sebastián
- 10 horas
- Español
- Cancela gratis
33,94 US$
El puente de Calatrava fue inaugurado en 1997, casi al mismo tiempo que el Museo Guggenheim, y desde aquel momento se convirtió en todo un símbolo de Bilbao. Su diseño vanguardista colaboró en darle a la ciudad la impronta moderna y cosmopolita que buscaba proyectar. Hoy, atravesar su plataforma a pie y disfrutar de las vistas sobre el Nervión es una de las mejores cosas para ver y hacer en Bilbao.
A comienzos de la década de 1990, nació la idea de construir un puente que uniera el Ensanche de Bilbao con la calle Campo de Volantín, una bonita zona de paseo en la que habitualmente realizan caminatas junto al Nervión tanto locales como viajeros.
Santiago Calatrava diseñó entonces un puente de 75 metros de largo, coronado por un poderoso arco de acero. El Ayuntamiento tardó algunos años en aprobar el proyecto, y las obras comenzaron recién en 1994. La inauguración fue en mayo de 1997, solo unos meses antes que la del museo Guggenheim.
El puente debe su nombre a su color, ya que en euskera, Zubizuri significa “puente blanco”.
La historia del puente no termina allí, pero sus siguientes capítulos están marcados por la polémica. Tan pronto como los peatones comenzaron a probar el puente, comprobaron (a fuerza de golpes en algunos casos) que era particularmente resbaladizo. El Ayuntamiento comenzó entonces a probar distintas soluciones al problema: la colocación de tiras antideslizantes, el reemplazo de las losetas por otras hechas de un cristal especial, pero nada parecía resolver el problema. Por último, no quedó más opción que cubrir todo el puente con una alfombra de plástico antideslizante, lo cual cambió radicalmente la imagen del puente (además de suponer un gasto extra no contemplado).
Pero la cosa no terminaría ahí, ya que en 2006, el gobierno local decidió hacer una modificación en el puente para añadir una pasarela que conectara con las Torres Isozaki. Esto originó una demanda por parte de Calatrava, que argumentó que dicha modificación atentaba contra su derecho moral, ya que la estética del puente había sido adulterada. Conclusión, el gobierno tuvo que indemnizar al arquitecto con la suma de 30.000 €.
Uno de los recorridos a pie más bonitos para hacer en Bilbao sea tal vez caminar por alguno de sus paseos junto a la Ría y después cruzar el puente de Calatrava.
Podrás disfrutar de las bonitas vistas y deleitarte con la arquitectura del puente, que recuerda a un harpa blanca o un enorme barco de vela. Si detienes en el centro y miras hacia ambos lados, verás la ciudad con todos sus contrastes.
De noche, cuando se encienden los cientos de focos que iluminan el puente, la experiencia es aún más impactante.
Más allá de la polémica, la imagen del Zubizuri es una de las postales más icónicas de la capital Vizcaína. ¡No dejes de recorrerlo y hacerte una foto con sus clásicos tensores de fondo!
Y si quieres saber todo sobre él, apúntate a esta excursión en bicicleta por lo mejor de Bilbao para conocerlo junto a un guía experto que te cuente los detalles más jugosos. Visitarás también la Plaza Nueva, el Puente La Salve y el Teatro Arriaga, entre muchos otros esenciales de la ciudad. ¡Todo de la forma más entretenida y sobre ruedas!
Ría de Bilbao
Tranvía: estación Uribitarte