Ronda de Julián Romero

La ronda de Julián Romero, también conocida como la ronda del Río Huécar, es un paseo que corre paralelo a la calle de San Pedro, entre la fachada trasera de las edificaciones de dicha calle y la hoz del Huécar. Tiene vistas preciosas para disfrutar en una caminata relajada y tranquila.

Un paseo con encanto

La ronda de Julián Romero se extiende desde la Catedral hasta muy cerca de las ruinas del Castillo. Es un recorrido mágico, sembrado de antiguas fuentes, magníficas rejas y miradores panorámicos.

Te recomendamos ponerte un calzado cómodo y dedicar un rato a recorrer la calle de punta a punta para descubrir en primera persona el sinfín de atractivos grandes y pequeños que saldrán a tu encuentro.

¿Qué ver en la ronda de Julián Romero?

• Castillo de Cuenca, una de las principales atracciones de Cuenca.
   
• Archivo Histórico Provincial, un impresionante edificio que fue sede y cárcel de la Inquisición en Cuenca. Desde la plaza del archivo se tienen unas preciosas vistas del Huécar.
   
• Centro de Arte Contemporáneo. Tiene cuatro plantas y más de 30 salas en las que reúne obras de arte de estilos diversos. Piezas del informalismo, el pop art y el arte abstracto encuentran su lugar junto a una nutrida colección de “objetos encontrados” por el fundador del museo, Antonio Pérez. Una visita sumamente entretenida ¡y gratis!
   
• Iglesia de San Pedro. Levantada sobre una antigua mezquita árabe, tiene gran importancia histórica para la ciudad, ya que fue clave en los enfrentamientos entre las tropas aragonesas y castellanas en 1449.
   
• Mirador Florencio Cañas. Este punto panorámico tiene el nombre de un antiguo concejal que se encargó de la puesta en valor de la zona. Uno de los mejores momentos para disfrutar de las vistas es al atardecer, cuando los rayos del sol dan de lleno sobre el antiguo Convento de San Pablo, que se encuentra justo enfrente.
   
• Posada de San José. La Posada de San José es un antiguo edificio declarado Bien de Interés Cultural. Fue construido en 1621 como casa palaciega y acogió al Colegio de infantes de Coro San José. En 1953 se convirtió en una posada que albergó a numerosos escritores, pintores y periodistas. 

El Cristo del Pasadizo

La calle Julián Romero también es hogar de una de las leyendas más famosas de Cuenca. En un rincón de la calle hay un Cristo rodeado de flores. Cuenta la leyenda que en aquel lugar tenía su ventana una joven noble, llamada Angustias, que se había enamorado de Julián, un hombre de familia humilde.

Como la familia de Angustias no aprobaba el romance por la diferencia social, Julián decidió alistarse en el ejércitoy regresar con todos los honores a cortejar a su amada.

Pero una vez que Julián se fue y el tiempo pasó, Angustias conoció a otro joven, llamado Lesmes. Cuando Julián regresó de la guerra se enfrentó a muerte a Lesmes y en dicho enfrentamiento murieron los dos jóvenes. Angustias se recluyó entonces en el convento de las Petras, situado en la actual Plaza Mayor de Cuenca.

El Cristo que fue testigo de toda la historia se encuentra en un rincón del pasadizo Julián Romero.