Torre de Mangana

La Torre de Mangana es uno de los edificios más emblemáticos de Cuenca. Está considerada Bien de Interés Cultural y tiene una historia de lo más interesante. ¡Ven a conocerla!

Breve historia de la Torre de Mangana

Los orígenes de la Torre de Mangana se remontan al pasado árabe de la ciudad, cuando se cree que formaba parte del Alcázar. Es posible que en sus alrededores hubiera instalada una catapulta, que tenía la función de defender los accesos de la ciudad.

Se sabe que en 1510 la torre albergaba el reloj de la ciudad, y que en 1532 el rejero Esteban Limosín fabricó una cruz y una veleta de hierro para su chapitel, que se encontraba recubierto de hojalata. 

El primer registro gráfico que se conserva de la Torre es un dibujo de Antón Wyngaerde fechado en 1565, en el que, sin embargo, ya no se observan los trabajos realizados por Limosín.

Una imagen de la ciudad hecha por Juan Llanes y Massa nos muestra que en el siglo XVIII la torre tenía la misma apariencia que dos siglos atrás. Sin embargo, la caída de un rayo y la llegada de los franceses en 1808, provocaron severos daños en la torre, que fue entonces reparada por el arquitecto Mateo López.

En 1862 el remate de la Torre estaba en pésimas condiciones, por lo que fue renovado.

Uno de los cambios de apariencia más importantes que vivió la torre de Mangana llegaría en 1926, de la mano del arquitecto Fernando Alcántara. Este suprimió el chapitel y colocó en su lugar un pequeño cuerpo de campanas, al tiempo que revistió las paredes con una decoración de estilo mudéjar.

Cincuenta años después, en 1970, la torre volvería a ser remodelada, esta vez para darle nuevamente el carácter fortificado y defensivo que había tenido en sus orígenes.

La Plaza de Mangana

La torre de mangana se levanta en una plaza que es uno de los mejores miradores de Cuenca. Desde allí se puede ver la parte baja del Casco Antiguo y la zona nueva de la ciudad. La hoz del Júcar y la montaña de la ermita de San Julián también se pueden ver de maravillas desde la plaza. Una de las curiosidades más interesantes sobre este lugar es que, durante los trabajos de reformas realizados entre 2003 y 2016, se encontró, bajo el suelo del sótano de un edificio, una vasija con 247 monedas de oro y una de bronce de los siglos XVIII y XIX, junto con otras piezas y vasijas. Se supone que deben haber sido escondidas tras los saqueos que sufrió la ciudad en esa época. El tesoro, conocido como “el oro de Mangana” se puede ver en el Museo de Cuenca.