Fuerte de San Telmo

Ubicado en La Valeta, el Fuerte de San Telmo es una de las fortificaciones más famosas de la isla. Jugó un papel clave durante el Gran Sitio de Malta y es un excelente lugar para sumergirse en la historia del archipiélago.

Breve historia del Fuerte de San Telmo

La historia del fuerte se remonta muy lejos en el tiempo. En su lugar los aragoneses habían construido, en la Edad Media, una torre de vigilancia dedicada a Erasmo de Formia, conocido como San Telmo, protector de los marineros.

Cuando los Caballeros de Malta llegaron a la isla, entendieron la importancia estratégica que tenía la península de Sciberras (donde se erigía la torre de vigilancia), y decidieron fortificar la construcción existente. Los primeros trabajos comenzaron en 1533, pero después de algunos ataques de piratas berberiscos se decidió construir un fuerte todavía más grande. 

En 1552 el ingeniero Pedro Padró quedó a cargo de las obras y trabajó en la creación de un espacio con cuatro baluartes y una tenaza. Para 1565, cuando los turcos atacaron Malta, en el lugar ya se levantaba un pequeño fuerte con forma de estrella. Sin embargo, sus condiciones defensivas no eran buenas. La falta de aspilleras imposibilitaba que los defensores pudieran disparar desde arriba a los atacantes, mientras que la ausencia de poternas dificultaba las salidas disimuladas al nivel del foso. 

Así y todo, las gruesas murallas del fuerte resistieron durante más de un mes el ataque otomano. Se calcula que 1.500 defensores y 4.000 otomanos perdieron la vida durante la contienda. El 23 de junio de 1565 el fuerte cayó definitivamente en manos otomanas, pero gracias al valioso tiempo que permitió ganar mientras resistió, los Caballeros lograron fortificar sus posiciones en otros puntos de la isla y la flota española tuvo el tiempo suficiente de llegar al socorro.

El fuerte tuvo así un rol esencial en la defensa de Malta y en la victoria final de los Caballeros. Una vez que los otomanos abandonaron el asedio, el fuerte fue expandido y fortalecido, y pasó a formar parte del bastión de mar de La Valeta.

Visita el fuerte de San Telmo

La visita a este lugar histórico es un imprescindible de Malta. Durante el recorrido podrás ver las habitaciones de los Caballeros de la Orden de Malta, antiguas salas de artillería, cañones y más. Desde las torres tendrás impresionantes vistas de La Valeta y su puerto. 

Los días domingos se ofrecen representaciones históricas de las batallas, que resultan muy amenas y entretenidas.

Museo Nacional de la Guerra

Varias de las habitaciones del fuerte están destinadas al Museo Nacional de la Guerra, que explica la historia de Malta desde la prehistoria hasta la actualidad haciendo hincapié en los conflictos bélicos. 

La colección más atractiva del museo tal vez sea la de la Segunda Guerra Mundial. Allí podrás ver:

• Avión Faith. Uno de los únicos tres biplanos que según la leyenda protegieron los cielos malteses durante la contienda. Podrás ver el fuselaje en perfecto estado de conservación.
   
• Jeep Husky. Fue usado por el general Eisenhower durante la preparación para la invasión de Sicilia en Malta y por Roosevelt cuando estuvo en Malta en 1945.
   
• Medalla George Cross. Es una medalla otorgada por el rey Jorge VI a toda la población maltesa por el heroísmo con el que atravesó los momentos más duros de la guerra.
   
• MAS 451. Se trata de una de las lanchas con las que los italianos intentaron tomar el puerto de la bahía Grande en la noche del 26 de julio de 1941. La operación fue desmantelada, pero ha quedado en la historia por su llamativa audacia.