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La Gruta Azul es, para muchos, el principal atractivo de Malta. ¡Y no se trata de una sola cueva, sino de seis! La visita a este fabuloso sistema de cuevas naturales excavadas por el mar en los acantilados será, sin duda, una de tus favoritas en Malta. ¡Sigue leyendo para planearla a la perfección!
La Gruta Azul son una serie de cuevas marinas excavadas por la acción de la naturaleza en la roca de los acantilados del sur de Malta, en las afueras de la localidad de Zurrieq, justo al otro lado del islote deshabitado de Filfla.
Las cuevas comenzaron a hacerse famosas a principios de la década de 1950, cuando soldados del ejército británico que se hallaban en la isla comenzaron a pedirle a los pescadores que los lleven hasta las maravillosas cuevas de las que habían escuchado hablar una y otra vez a los locales.
Así la Gruta Azul comenzó poco a poco a hacerse famosa entre los visitantes de Malta, hasta que hoy es un completo imprescindible.
La Gruta Azul aparece en una escena de la película Troya, protagonizada por Brad Pitt en 2004.
Justo frente a la Gruta Azul se encuentran los restos del naufragio del buque cisterna Um El Faraoud. Este coloso de 10 mil toneladas de peso sufrió un accidente en 1995 mientras se encontraba en el puerto de La Valeta. Durante un trabajo de mantenimiento experimentó una explosión de gas que lo dejó inutilizable. En 1998 se decidió hundirlo para crear un arrecife artificial que hoy atrae a buzos profesionales de todas las nacionalidades.
El pecio tiene 115 metros de largo y 18 metros de altura. Se encuentra en el fondo del mar, a unos 40 metros de profundidad. Por las perfectas condiciones de visibilidad es una experiencia única para todos los que se adentran en él para descubrir sus secretos. Para visitarlo se requiere una licencia de naufragio.
La Gruta Azul toma su nombre de un llamativo fenómeno lumínico que tiene lugar en las cavernas desde el amanecer hasta el mediodía. Durante esas horas, el reflejo de la Luz sobre las aguas proyecta llamativos juegos de colores sobre las paredes de roca, que cobran vida con distintos tonos de azul. En algunos lugares la luz pinta las piedras con colores fosforescentes, mientras que en otros se ve una profunda sombra de color azul oscuro.
El paseo por la Gruta Azul se hace actualmente en dghajsas, unas pequeñas y coloridas góndolas que utilizaban tradicionalmente los pescadores. El trayecto desde la costa hasta la gruta toma cerca de 20 minutos y la estancia en las cuevas es de alrededor de una hora. El paseo depende estrechamente del estado del clima, ya que las barquitas pasan por lugares pequeños en los que el acceso está determinado por las condiciones del mar y las mareas.
El mejor momento para intentar la travesía es por la mañana, que es cuando puede apreciarse el espectáculo de luces en la roca. Si quieres aprovechar la mañana al máximo, te recomendamos armar un itinerario que incluya también la visita a otros imprescindibles del sur de Malta. Aquí te dejamos una excursión en la que te buscan por el hotel para llevarte a ver el puerto de Marsaxlokk, el pueblito de Zurrieq y la Gruta Azul, todo en un cómodo transporte y en compañía de un guía experto de habla hispana.
Autobuses 201 o 71 desde La Valeta a Zurrieq (asegúrate de que tengan última parada en la Cueva Azul).
