Excursión privada al Valle de Viñales con coche clásico (precio por grupo)
- 12 horas
- Español
- Cancela gratis
¿Estás pensando cómo organizar tu viaje a La Habana para no perderte ninguno de sus imprescindibles? ¡Te ayudamos a conseguirlo! Aquí te presentamos un itinerario de tres días en el que verás sus principales atractivos y podrás empaparte de su esencia. ¡No dejes fuera las mejores cosas para ver y hacer en la ciudad!
La Habana Vieja es un excelente lugar para empezar a conocer la ciudad. Allí te encontrarás con esas imágenes de postal que seguramente habrás visto miles de veces: las calles empedradas, los edificios coloniales y los coches antiguos.
Comenzamos nuestro recorrido en la Plaza Vieja, rodeada de edificios de bonita arquitectura e interesantes propuestas culturales. Camina libremente por los alrededores y visita algunos de sus lugares de interés, como el Museo del Naipe o el Planetario.
A continuación nos dirigiremos a la cercana Plaza San Francisco de Asís. Disfruta los monumentos de la plaza y visita el edificio del Convento. Si quieres hacer un pequeño desvío también podrías acercarte al Museo del Ron, donde descubrirás el proceso de elaboración de esta tradicional bebida.
Ahora pondremos rumbo a la Plaza de Armas donde te esperan interesantes casas y palacios. Te recomendamos no perderte el Palacio de los Capitanes Generales, donde se encuentra el Museo de la Ciudad.
Si todavía tienes energía suficiente, puedes entrar en el Castillo de la Real Fuerza, justo frente a la Plaza de Armas, y visitar su Museo de Navegación. Si no, ve directo a la Bodeguita del Medio para reponer fuerzas con un mojito.
Dependiendo de los lugares donde te hayas detenido durante el día, podrás tener tiempo aún para visitar el Museo Nacional de Bellas Artes o el Museo de la Revolución. ¡Queda a tu gusto y criterio!
Comenzaremos el segundo día en la Fábrica de Tabaco Partagás, donde podrás descubrir cómo se fabrican los puros más famosos del mundo: Cohiba y Montecristo. Después pondremos rumbo al Capitolio. Allí te recomendamos tomarte un tiempo para conocer sus magníficos interiores.
Al salir puedes ver el Gran Teatro de La Habana, justo frente al Parque Central. Reposa unos instantes en uno de sus bancos y palpita el día a día de los habaneros. Podrás comer en el complejo Los Nardos, donde hay tres restaurantes con propuestas internacionales y locales.
Desde allí caminaremos por el famoso Paseo del Prado hasta el Castillo de San Salvador de la Punta. Cruzando el túnel de La Habana está el Parque Histórico Militar Morro-Cabaña, con el Castillo de los Tres Santos Reyes del Morro y la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña. Si haces una visita rápida a cada uno podrás conocer los tres, aunque también es cierto que podrías dedicarles un día completo por separado. Ya sea que hagas una visita exprés a cada uno o te detengas particularmente en alguno de ellos, trata de estar al atardecer en la Cabaña, para no perderte el cañonazo de las nueve.
El último día podemos comenzar en la Plaza de la Revolución. Allí verás los característicos murales del Che y Camilo Cienfuegos y el monumental memorial de José Martí. Después de conocerlos, pondremos rumbo a la Necrópolis de Cristóbal Colón, uno de los cementerios monumentales más destacados del mundo.
Al salir podemos acercarnos a la zona de la Universidad de La Habana y comer algo antes de la visita. Locos por Cuba es una buena opción para degustar platos locales. Después de comer, dedicaremos un rato a descubrir la magnífica arquitectura de la Universidad antes de dirigirnos al Hotel Nacional de Cuba. Puedes esperar el atardecer en su terraza, saboreando un delicioso daiquiri. Para terminar el día dirígete al Malecón. Será la despedida perfecta de La Habana.
Una vez que has descubierto los esenciales de la ciudad, dedícate a recorrer los alrededores:
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